Por: Carlos Meneses

Fue una suerte para Arequipa que primero los agricultores y después los técnicos confirmaran que las tonalidades verdes que se observaban en Cerro Verde resultaran siendo el yacimiento cuprífero más importante del país, cuya explotación ha resultado siendo a todas luces positiva en el desarrollo de la región.

Hoy se inaugura una nueva Convención Minera a la que asistirán personalidades políticas empresariales y también de gobierno para debatir sobre la problemática del sector y conocer de los avances logrados en la explotación.

Esperamos que en el desarrollo del evento, una vez más se decida la continuación del PERUMIN que se realiza en Cerro Juli y que se inició en el local de TECSUP primero y en la UNSA después.

La coyuntura política y económica que vive el Perú e incluso el mundo hace que los diálogos sobre el tema sean de vital importancia en el futuro y en las relaciones que tenemos con países potencias mundiales como China, los Estados Unidos y Canadá.

Esperamos que si hay protestas que tengan como pretexto la presencia de funcionarios de gobierno en Arequipa, que sean pacíficas y ordenadas, que no alteren el desarrollo normal de la ciudad ni el intercambio de experiencias y el aprovechamiento del conocimiento que PERUMIN significa para los peruanos y para el mundo minero.

También sería deseable que, para precisar líneas de acción futuras hasta el 2026, quien se encargue de dirigir un mensaje al país y a los empresarios que se reúnan sea la propia presidenta Dina Boluarte que tiene deuda pendiente con el sur y que debe definir política de inversión en favor, sobre todo, de nuestras vecinas regiones de Puno y Cusco, sin olvidar a Madre de Dios y ratificar los mejores deseos para Tacna y Moquegua.

SUMILLA

La Convención Minera no sólo debe ser una conversación entre entendidos, sino también la participación del gobierno para definir políticas futuras para con el sur del país en la búsqueda de un afán de desarrollo y descentralización que demanda el Perú.