Por Orlando Cáceres V.

El personal militar celebró junto con su patrona, la Virgen de la Merced, y varias autoridades presentes que recordaron la importancia de la institución.

Ayer, las Fuerzas Armadas celebraron su 46° Aniversario con diversas actividades protocolares, donde estuvieron presentes varias autoridades relacionadas a la institución militar. Cabe señalar que, estos eventos incluyeron el izamiento, una misa y la posterior procesión de la Virgen de la Merced, patrona de esta dependencia.

Durante el evento, estuvieron presentes diversas personalidades de la ciudad. Algunas de estas fueron la Prefecta Regional de Arequipa, Lucía Valdivia Corrales; el jefe de la IX Macrorregión Policial, general PNP Ghino Malaspina del Castillo; el alcalde de Yanahuara, Sergio Bolliger Marroquín; entre otros que llegaron para recordar la labor que hacen los agentes de estas divisiones.

Todo inició promediando las 9:00 horas, cuando el personal del Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea del Perú (FAP) estaban formados para comenzar las acciones correspondientes. Incluso, antes de iniciar los actos protocolares realizaron un par de ensayos de los desfiles.

Después que la población arequipeña se unió para ver el paso de los soldados frente al portal de la Municipalidad, estos izaron el pabellón nacional y de Arequipa en compañía de algunas de las autoridades referidas anteriormente. 

Cuando culminaron esos actos, el jefe de la Tercera División del Ejército del Perú, Johnny León Rabanal, dio el discurso de orden correspondiente. En este, la autoridad militar resaltó la importancia de la institución en la Nación peruana y el deber que tienen; que es la protección del Perú.

“Las Fuerzas Armadas están ligadas a nuestros 202 años de República, donde se sacrificaron cientos de vidas de soldados, marinos, aviadores. Esto se dio, no solamente contra el terrorismo; sino que también contra el tráfico ilícito de drogas y otras amenazas que pretenden vulnerar la paz y tranquilidad de la Nación”, expresó León Rabanal.

Al terminar su discurso, los asistentes se dirigieron a la iglesia La Merced, donde siguieron con la misa correspondiente. Posteriormente, los soldados cargaron la imagen de su patrona para seguir con la procesión. Esta siguió por la calle con similar nombre del templo, la vía Tristán y luego volteó por Álvarez Thomas para culminar en la plaza de Armas.

Asimismo, durante el paso por la calle Tristán, uno de los aspectos que más afectó a la procesión fue la gran cantidad de cables dispersos en los postes. Dos varones con palos de madera tuvieron que alejarlos para que no se quedarán enredados con la imagen de la Virgen de la Merced. 

Pese a esos contratiempos, el personal pudo movilizarse por las vías referidas anteriormente.