Puente Inca de Chivay, una historia interminable de suicidios

Estructura es vigilada las 24 horas

Antes del ingreso al mirador de Sacsayhuaman en el distrito de Chivay, provincia de Caylloma, se ubica el puente Inca. Construida en el siglo XVI, la estructura a base de piedra ha sido el último destino de varias personas.

En un costado de la edificación, específicamente hacia la avenida Polonia, se observan seis memoriales. Según los lugareños, estos fueron colocados por los familiares de quienes un fatídico día terminaron en las aguas del río Colca.

En su mayoría, son los varones las víctimas mortales. Una parte de la población cree en las sirenas, que perciben a las almas entristecidas. Utilizan sus melodiosas voces para atraerlas, mayormente de noche.

Para reforzar más esta teoría, se contó que dos señoritas fueron lanzadas al río hace años y en fechas distintas. Ambas sobrevivieron; muchos hombres no contaron con la misma suerte.

En cambio, algunos residentes creen que la tierra se los llevó. Estas personas no habrían realizado su respectivo pago, motivo por el cual la también conocida Pachamama las atrajo al precipicio de 529 metros.

Desde 2016, debido a la incidencia de suicidios, el Serenazgo de la Municipalidad Provincial de Caylloma resguarda constantemente el puente Inca. Siempre hay al menos un sereno en el lugar. Sin embargo, uno nunca se libra de los momentos infortunios. En los últimos ocho años, cuatro personas encontraron la muerte en el río.

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