¡Vámonos a Tiabaya en tranvía a recoger las peras!

Por Carlos Meneses Cornejo

Sueño frustrado de arequipeños en el año de 1931.

ESPECIALES DE AREQUIPA

En 1931 los arequipeños se llenaron de contento, pues llegaron a Arequipa desarmados 2 carros adquiridos por el tranvía eléctrico para aumentar el material en servicio y mejorar notablemente sus bondades. Los dos carros tenían como destino la vía Arequipa-Tingo y las autoridades de la empresa resolvieron llevar en una unidad al jefe técnico, al secretario de la gerencia Juan Barahona y al subjefe de Tráfico, Hernán Hurtado.

En el segundo carro iban todos los operarios que habían armado en menos de 11 días los carros rojos que servirían en servicio a Tingo y que habían sido construidos por la empresa norteamericana J.G. Brill de Filadelfia.

El primero de enero de 1931, se dio cuenta de la proeza mecánica, pues tenía los últimos adelantos técnicos y llenos de entusiasmo resolvieron hacerlos correr hasta Tiabaya para sacudir los perales en el Día de Reyes, olvidándose que no eran suficientes los carros de transporte, además se requería un tendido de líneas que no había porque sólo llegaban hasta Tingo.

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Tranvía a Tingo.

El tranvía eléctrico resolvió el problema con un magnífico servicio coordinando con ómnibus que corrían de Arequipa a Tiabaya hasta la zona de los perales, 10 unidades del tranvía salían del mercado de San Camilo y cuando llegaban a Tingo los pasajeros se bajaban, pagaban 30 céntimos por persona para que los ómnibus los llevaran hasta los perales de Tingo.

Juan Guillermo Carpio Muñoz escribe sobre el hecho en uno de los tomos de El Texao y dice que miles de arequipeños hicieron el viaje en tranvía y después en buses, por supuesto tuvieron que ir antes del 6 de enero. Los tranvías corrían cada 10 minutos y los ómnibus los esperaban en el balneario de Tingo para seguir hasta Tiabaya.

No hubo desgracias que lamentar, felizmente, ni accidentes de tráfico, según lo reveló El Pueblo, dos días después de los hechos, el 8 de enero de 1931.

Los tranvías a Tingo eran de color rojo y el uso de los ómnibus resultó provocando a la postre, después del año 60 la muerte del tranvía y el surgimiento de líneas de ómnibus en toda la ciudad.

Sacudiendo los perales.

Lo que fue un buen propósito terminó liquidando al tranvía que trajo los primeros ómnibus para servir a barrios como IV Centenario, Selva Alegre hasta el Hotel de Turistas, Miraflores, Paucarpata que también servía el tranvía eléctrico y Yanahuara.

Por el mismo tiempo, comenzaron a desaparecer los perales de Tiabaya, los dos terremotos que ocurrieron en 1958 y 1960 trajeron consecuencias en los árboles y también en las casas del distrito.

Las peras pequeñitas que se utilizan en los chupes comenzaron a desaparecer y fueron remplazados por cultivos de ajos y cebollas, las peras pequeñas fueron desapareciendo y lo que se sacudía gratuitamente ahora sólo llegan al mercado San Camilo para los chupes que siguen preparando los arequipeños de ayer.

Bajada de Reyes Magos en Tiabaya.

Entre tanto en Tiabaya, nacieron los paseos de los Reyes que en lugar de peritas alcanzan a los visitantes chicha, vino y aguardiente y desde luego también regalos para los niños, pues en Tiabaya se mantuvo la tradición española de entregar a los niños los regalos que normalmente se dan en Navidad, el 24 por la noche, el 6 de enero en que los Reyes Magos adoraron a Jesús.

Los que más se regocijaron por lo ocurrido con los tranvías armados en Arequipa, fueron los propios arequipeños que no pudiendo llegar a Tiabaya se encargaron de repartir juguetes en la Navidad a los niños de Arequipa.

Timpusca.

El 25 de diciembre durante todo el día los tranvías no cobraban el pasaje en reconocimiento a su propio trabajo y al esfuerzo técnico al que colaboró el jefe de Tráfico, John Phillips, artífice del armado de los carros fabricados en Filadelfia.

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