Igor Romanchenko – Embajador de Rusia en el Perú

RUSIA Y PERÚ

El 1° de febrero, se cumplió el 55º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y el Perú a nivel de embajadas, cuando se llevó a cabo el intercambio de las notas correspondientes. Y el 20 de junio, los embajadores Javier Pérez de Cuéllar y Yuriy Lebedev presentaron simultáneamente sus cartas credenciales en las capitales respectivas, lo que marcó el comienzo de una nueva época en las relaciones bilaterales.

Aunque las centenarias relaciones ruso-peruanas (establecidas en 1863) por diversas razones no habían llegado a ser institucionalizadas en aquel entonces, se establecieron los principios y las tradiciones clave de nuestra cooperación. Según estipula el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación de 1874: “Habrá paz y amistad perpetuas entre los ciudadanos de los dos países”. Es de destacar que posteriormente la necesidad de una cooperación maduraba “desde abajo” a base del acercamiento natural de la gente, su simpatía mutua y sus intereses prácticos. Incluso durante el período de mayor enfriamiento después de la Revolución de Octubre de 1917, el Perú y la URSS se intercambiaban visitas de viajeros, periodistas y científicos. Durante la Segunda Guerra Mundial los peruanos recaudaban ayuda para el Ejército Rojo. Después de la Gran Victoria, los vínculos comenzaron a crecer mediante ligas parlamentarias de amistad, organizaciones sociales, de deportes y cultura.

La apertura de embajadas motivó el auge de cooperación en todos los ámbitos. En febrero de 1969, las partes firmaron el primer acuerdo comercial. La Unión Soviética se convirtió en el tercer socio más importante del Perú. Brindamos asistencia técnica y económica al Perú en la construcción de grandes proyectos de infraestructura. Se estableció ruta aérea directa entre Moscú y Lima y el transporte marítimo se realizaba regularmente por dos líneas.

La cooperación técnico-militar ocupó un lugar emblemático en las relaciones bilaterales. Se suministraron aviones, helicópteros, tanques y otros equipos militares soviéticos que, por sus características técnicas, convenían perfectamente a las condiciones geográficas peruanas. Con la ayuda de la URSS se formaron más de 6,000 especialistas militares peruanos.

Se fortalecían lazos humanitarios sobre principios de amistad, sincera simpatía y compasión. Más de 10,000 jóvenes peruanos recibieron formación profesional en la URSS y Rusia. Y en 1970, cuando ocurrió un devastador terremoto en Áncash, la URSS fue una de las primeras en brindar asistencia humanitaria a gran escala al Perú.

Me gustaría enfatizar que esta cooperación con base en la igualdad, mutuamente ventajosa y práctica fortaleció las posiciones de ambos Estados en la región y en el mundo, en general. Estamos listos para una mayor interacción multifacética con el Perú en beneficio de nuestros pueblos, en aras de construir un mundo multipolar más democrático y justo, sustentado en los principios de igualdad y soberanía de los Estados.