CUÉNTAME TU VIDA (primera parte)

Por: Juan Manuel Zevallos Rodríguez – Psiquiatra y Magister en Salud Mental del Niño Adolescente y Familia.

Cuéntame tu vida y yo te contaré una historia de hadas y quedaremos de igual a igual. Tu vida siempre ha sido fantástica, aunque tu percepción de ésta hasta hoy haya sido desfavorable. El espectáculo de tu vida ha estado cubierto de sol y sombras es cierto, pero la luz ha primado su escritura en las páginas del libro de tu vida. Es falso que hayas fracasado en tu gran misión: vivir. Hoy estás aquí, radiante y entusiasta con la vida, y es lo más importante, luego vendrán las nuevas experiencias, el contexto de paz en tu mente y las palabras de esperanza en tu boca.

HOY CONOCÍ EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA

Hoy has vuelto a nacer y probablemente  no te has dado cuenta. Has vuelto a nacer con la magia de tu voz, con el encanto de tu mirada, con lo sublime de tus pensamientos de bienestar y con la nobleza de tus sentimientos conjugados con la palabra amor.

Eres la máxima creación de Dios, eres la suma de todos sus esfuerzos y por consiguiente ¡no existe excusa alguna para darte por vencido! Eres un milagro de alegría envuelto en experiencias de holocausto y de entrega. ¡Eres el mejor!, nadie te superará. Has enfrentado las adversidades del tiempo y has llegado a este paradero de la vida; has renovado con cada infausta caída tu maravilloso corazón y has enarbolado en tu mente las alas del bien social y la gracia personal.

Quita de tu mente un concepto equivocado y nefasto para todo proceso de desarrollo personal: ¡nunca fui alguien! Repite una y otra vez este mantra de esperanza: “siempre fui todo” y por consiguiente hoy será el mejor día de tu vida. Tienes la oportunidad de hacer todo aquello que quieras, cantar, bailar, jugar y soñar. Tus capacidades acompañadas de esfuerzo y compromiso no tienen límites, lo único que nunca podrás hacer es aquello que tú mismo afirmes que nunca podrás llevar a cabo. Eres tu máximo limitante y a la vez el profeta de tu destino. En tus pensamientos, palabras y actos está la esencia de lo que ha de ser siempre tu vida. En cada semilla de paz que siembres en tu mente hallarás el cobijo de tranquilidad de tus días venideros. En cada nuevo encuentro personal, en cada diálogo de afecto y en cada nuevo segundo de tu existencia el árbol de felicidad que crece en tu ser dará frutos de alegría y de realización.

¡Que maravillosa vida! ¡Qué espectáculo tan lleno de luz y esplendor es cada experiencia personal que has logrado degustar en tu paso por los senderos de la existencia!

Tienes todo lo que el mundo siempre ha soñado tener: la felicidad.

Quizá no entiendas mis palabras, quizá por un momento pienses que estoy equivocado pero te acabo de decir la mayor verdad de todas: ¡la felicidad vive y late dentro de ti! Siempre ha estado presente en cada acto que has llevado a cabo, cuando te has enamorado, cuando has llorado y hasta cuando has recogido una rosa en el mar. Siempre estuvo en tu cuerpo y en tu alma, cuando gritabas y cuando el silencio llenaba los recintos de tu habitación, cuando te hablaban de muerte y cuando esculpías la roca de la vanidad. Nunca te abandonó aunque tú creyeras en las mentiras del mundo que te decía: “has esto y lograrás ser feliz”.

¡Qué mentira más grande!, yo vengo y te digo que no hay que hacer algo dado para ser feliz, solo hay que ser uno mismo y he ahí uno de los secretos mismos de la creación y del volver a nacer.

Y es que las respuestas a cada una de nuestras preguntas, interrogantes o dudas se hallaron siempre en el mismo lugar: nuestro interior. En nuestra mente, en nuestra alma y en la conjunción de todas las experiencias vividas, están inmersas las herramientas propias de nuestro desarrollo personal.

Cada uno de nosotros somos día a día los arquitectos que construyen el esplendor del edificio de la vida íntima. Todos somos una luz que acrecienta su brillo con el paso del tiempo y que ilumina la oscuridad de los senderos que otros un día caminarán.

Somos seres dados al bien que muchas veces se equivocan y que tienen la oportunidad de corregir sus falencias con el único objetivo de hacer las cosas bien. Nunca hubo un error incorregible en la vida y nunca existió un acto imperdonable. Todo estuvo dirigido a una sola meta, la construcción diaria del yo. Los momentos de agrado y los menos favorables siempre fueron necesarios para que llegues hoy en día a ser el ser humano que eres, un ser lleno de estrategias y fortalezas para enfrentar los nuevos desafíos de la existencia.

Ahora tienes más que antes la capacidad de definir conscientemente cada nuevo acto que has de llevar a cabo, tienes tus manos la habilidad para hacer realidad tus sueños y tu mente fortalecida tiene el don de enfrentar frustraciones y miedos. Eres la perfección hecha humanidad, tienes la mirada comprensiva y la palabra afectuosa que el mundo necesita para sembrar de valores la ignorancia ajena.

Has sido creado para ser el mejor de todos y no debes rendirte ante los pequeños obstáculos que viven en tu pasado. Era necesario que existieran para que te dieras cuenta de la realidad ingrata de los seres humanos; era fundamental que llorarás hasta más no poder y que algunas o muchas veces fracasarás para conocer tus limitaciones y para sacar fuerzas de lo más profundo de tu interior para volar y salir airoso del mar de sufrimiento.

¡Nunca has sido un fracasado, nunca!, y deja de tratarte mal. No seas injusto, deja de beber del veneno del suplicio y de la mendicidad porque, recuérdalo, eres un ser maravilloso lleno de luz, compromiso y verdad.

Deja en el regazo del olvido aquellas malas lecciones aprendidas. Deja en el pasado tu espíritu conformista, vicios, malos hábitos, pensamientos pesimistas y el baúl de tus heridas emocionales sin cicatrizar.

De ahora en adelante todo lo bueno que te pase será todo aquello que has pensado que será parte de tu historia de bien. Si decides dañarte será también tu decisión. Muchos te han lastimado en el pasado, ¿qué necesidad habría de volver a vivir un nuevo momento de dolor? De seguro que ninguna. ¿Ya ves?, éste es el tiempo nuevo de tu reencuentro con el espíritu palpable de la felicidad.

La vida siempre te dará una nueva oportunidad para definir tu vida. No sigas actuando de modo absurdo e insensible, tienes la oportunidad de tomar las mejores decisiones y no creo que a estas instancias de nuestro diálogo aún estés pensando por optar por las menos favorables para tu desarrollo personal. Eres un ser completo, lleno de bondad y palabras cálidas. Recuerda: fuiste creado para dar y para amar.

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