Los carnavales de Cayma hicieron vibrar a la población

Por Orlando Cáceres V.

El carnaval es una de las festividades más esperadas por la ciudadanía arequipeña y Cayma es una de las jurisdicciones más ligadas a dicha tradición. Desde la mañana de ayer, un buen número de jóvenes y adultos de este lugar salieron a las calles para lanzarse globos llenos de agua y espuma.

Desde tempranas horas de la mañana, las familias de Cayma llenaban baldes con agua y adquirieron pistolas de agua para rociar a las demás personas; aprovechando que los cortes ocasionados por las fallas en el sistema del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Arequipa (Sedapar) culminaron en esta zona. Además, los vecinos también compraron una gran cantidad de botellas de espuma y polvo.

Promediando las 10:00 horas, las comparsas empezaron a desfilar desde la plaza de Buenos Aires; ubicada en el sector del mismo nombre. Cada delegación tenía personas disfrazadas de los emblemáticos mojigangos y presentaban los carros alegóricos, entre otros.

Cuando el pasacalle llegó a los sectores Bolognesi y Acequia Alta, los asistentes adquirían más botellas de espuma y agua; aprovechando la presencia de vendedores ambulantes en la zona. En cada cuadra, se calculó que había más de cinco comerciantes que ofrecían productos relacionados con los carnavales.

Cuando el recorrido culminó en la plaza de La Tomilla a las 14:00 horas aproximadamente, los adultos mayores se retiraron a sus viviendas dejando a los más jóvenes y algunos adultos se quedaron en la calle lanzándose agua y espuma.

En este punto, algunos recurrieron a echar ‘baldazos’ de agua fría desde sus techos a los transeúntes incluso sacaban el líquido elemento desde los tanques que suelen usarse para reservar en caso ocurra cortes del recurso hídrico. 

Frente a la planta de Sedapar en La Tomilla, un grupo de jóvenes decidió jugar los carnavales de una manera más ruda. Aprovechando la acequia que hay en ese sitio para el riego de los cultivos, estos sujetos lanzaron ese líquido a los vehículos y personas que pasaban por ahí. Estas acciones culminaban con transeúntes completamente empapados.

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