Por: Carlos Meneses

En el año 2024, los peruanos tendremos que invertir 1200 millones de dólares como subsidio a la refinería de Talara.

La mayoría de los miembros del directorio de Petroperú aprobaron proponer al Ejecutivo una reforma en la conducción y manejo de la empresa estatal. Casi inmediatamente después de revelarse el acuerdo, el vocero autorizado de la propia presidenta Boluarte negó la posibilidad de concretar el afán privatizador.

Se dijo que de ninguna manera la compañía de hidrocarburos será privatizada y que en consecuencia seguirá siendo sostenida con el dinero de todos los peruanos que, en el 2024, tendrán un requerimiento de 1200 millones de dólares adicionales.

Se ha precisado también que el representante, en el directorio, de alrededor de 3 mil empleados no fue citado a la reunión y que no habiéndose cumplido con tal requisito el acuerdo es considerado inválido. Lo cual permite suponer que los trabajadores no están de acuerdo con tal afán.

El mismo día en que se revelaba el pronunciamiento de los directores, los sectores que respaldan desde hace tiempo que Petroperú sea manejado por privados expresaron su contento con el acuerdo del directorio, pero haciendo la advertencia de que la parte más difícil de resolverla es, justamente, los gastos que se hacen entre las 3 mil personas que trabajan en ella.   

Al final el problema parece que no tiene solución, pero tampoco es posible que permanentemente y todos los años consideren como casi automático aportes de miles de millones de dólares para que siga funcionando. Ahora había una esperanza porque la privatización suponía menores gastos fiscales, pero ya estamos advertidos que 1200 millones de dólares tendrán que salir de los bolsillos de todos para sostener semejante gasto.