La necesidad de un diálogo
— Redacción Diario El Pueblo —
“Para los problemas del Perú no hay otra solución sino el diálogo y también el respeto pleno a la Constitución y a la ley”.
No es solo una preocupación nacional de todos aquellos que tienen dificultades para bien vivir en el Perú sino que preocupa también a la comunidad latinoamericana el que esto ocurra en una nación que tiene trayectoria democrática y que sufre, como otras del mundo las graves consecuencias de la pandemia, de la escasez de empleo y del encarecimiento derivado de una guerra en otro continente.
No nos cansaremos de afirmar que el problema es de todos y que su solución solo estará cerca de realizarse cuando se acuda a atenderlo por igual por todos.
Fracasado el afán de lograrlo por el diálogo directo entre poderes como el Ejecutivo y el Legislativo y frustrada la posibilidad de intentarlo siquiera a través del Consejo de Estado, la única forma es cruzar algunas cuadras de Lima y llegar al Palacio de Gobierno o al local del Congreso y ponerse a conversar. Eso es fácil para quienes quieren buscar y encontrar un arreglo, pero imposible de conseguir si no hay el mínimo deseo de hacerlo y el más grande propósito de lograrlo.
Todas las instituciones de la República están en la misma línea y solo falta un gesto de uno de los dos lados para acercarse, sin que perturbe este propósito un fin perverso que hasta ahora actúa con intenciones que más parecen diabólicas que divinas.
Estamos dispuestos los medios de comunicación a facilitar el intente y a defenderlo como una causa nacional por los beneficios que tendrá para todo el país. Ese es el único camino y no podemos concebir otro, pues el lenguaje es exclusivo del ser humano y el deseo de superar la situación que confrontamos no tiene otra salida.