Por: Carlos Meneses

Los pueblos de América seguirán con interés el quehacer argentino y podemos estar seguros de que nos llenará de contento que sean exitosos los afanes del sacrificio que ahora se inicia.

A pesar del anuncio que el nuevo presidente argentino ha hecho a sus conciudadanos de que habrá un shock económico para poner a derecho la economía de ese país, es necesario que todas las naciones democráticas del continente se solidaricen en el empeño anunciado y devolver estabilidad a una situación francamente insostenible.

Según el presidente la situación será dura, pero inevitable tras una sucesión de errores que cada vez llevaron las cosas a un nivel insostenible. Se estima que en Argentina el índice de inflación llega al 15 000% y comprar dólares es virtualmente imposible con los pesos vigentes en el país.

No había alternativa y fue igual en Perú en 1990 después del primer régimen del fallecido presidente García. Los argentinos antes de las elecciones fueron advertidos de esta realidad y de seguro pensando en la necesidad de cambiar orden de cosas, Milei habló claro y fue escuchado.

Es evidente que la derecha ha visto con simpatía la decisión presidencial y es asunto muy importante para todos ver cómo se porta la inversión extranjera para con ellos. Ojalá se siga el mismo camino de reforma en el resto del continente que sufre apuros como los que tiene, también ahora, Perú.

Resulta comprensible que para el socialismo del siglo XXI no se entienda la actitud de Argentina, pero para quienes están sufriendo las consecuencias de equivocaciones es preferible intentar una reforma antes que persistir en el error.

En todo caso la idea es que el pueblo esté mejor que antes y atender preferiblemente a los que ahora están sufriendo más de lo que padecerán los del mañana.