Beber un buen pisco, whisky, ron es toda una experiencia sensorial.

Por Danna Felipe B.

Los grandes maestros licoreros están poniendo todos sus esfuerzos en captar a gente joven. Una buena cultura etílica es básica para evitar un alcoholismo precoz.

Mario Meléndez, presidente de ProPisco, lamentó que actualmente muchos jóvenes se pierdan de toda la experiencia sensorial que significa, en su caso, probar un buen pisco. “Sus sabores y olores”. Prefieren consumir la enorme variedad de coloridas bebidas con alto porcentaje de alcohol.

Si bien reconoce que la capacidad de gasto es un gran limitante, también ocurre que terminan gastando más en bebidas cuya combinación de ingredientes es dañina para la salud.

“Muchas veces no se degusta, lo único que se quiere es emborracharse”, lamentó.

Este tipo de prácticas perjudica a los grandes maestros licoreros. El gran trabajo que implica la destilación y fermentación de uvas seleccionadas, por ejemplo, acaba por denominarse un licor más del montón. La misma experiencia de compartir unas copas, que no se debe satanizar, es más agradable.

“Un buen pisco no tiene por qué producirte resaca”, afirmó.

El licor adulterado, por otra parte, crea una mala experiencia y la gente tacha a todos con la misma brocha.

Por ello, ferias como la del Pisco Sour los acercan a diferentes públicos, los cuales no tienen que gastar mucho dinero para vivir una experiencia verdaderamente mejor que beber alcohol en una lata.