Por: Carlos Meneses

La Iglesia es una sola y se adecúa a los tiempos para que nadie se atreva a suponer que en algún momento hubo equivocados que quisieron convertir lo que es santidad con una cueva de bandidos.

Los pronunciamientos del arzobispo de Lima y de la Conferencia Episcopal Peruana han sido categóricos y definitivos. El respaldo al papa Francisco sobre el asunto del Sodalicio ha sido rotundo y no solamente en el Perú sino también en naciones hermanas como Argentina y Chile, países que han confrontado situaciones semejantes a la peruana y que han sido obedientes de disposiciones pontificias que intervienen abusos de poder que fueron iniciados en nuestro país y que obligaron a una intervención papal y a una explicación terminante sobre posiciones eclesiásticas claras y definidas con respecto al movimiento que, en el Perú, inició el Sodalicio de Vida Cristiana.

Por añadidura un sacerdote de confianza del santo padre se ha encargado de dialogar con comunidades religiosas que se identificaron inicialmente con el Sodalicio y que han sido invitadas a colaborar en el empeño pontificio de devolver imagen y de poner las cosas en su respectivo lugar.

Una monja mediática argentina se ha sumado a los pronunciamientos de respaldo a la Santa Sede y eso habla muy bien de la Iglesia católica peruana después de una cita en la ciudad brasileña de Aparecida, donde alguien quiso cuestionar la autoridad pontificia y la decisión de Francisco.

La Iglesia católica peruana está unida y alrededor del pontífice en forma total, la Conferencia Episcopal Peruana también se ha solidarizado con el santo padre.