Encuentro de la fe y el arte en honor a Sor Ana de los Ángeles

Por Zintia Fernández
El cincel golpeaba el sillar continuamente mientras Nubelinda Cabrera, escultora arequipeña, enfrentaba no solo la dureza de la piedra, sino también una afección bronquial que dificultaba su respiración. Sin embargo, cada golpe, cada corte en la roca, para ella era una fuente de alivio y renovación.
MUESTRA REÚNE A 16 ARTESANOS

«Mientras tallaba, la imagen de la beata empezaba a aparecer poco a poco. Sentía que me guiaba, que me daba la fuerza para continuar», relata Cabrera, quien dedicó un mes y medio a completar su escultura en honor a Sor Ana de los Ángeles Monteagudo.
Para la artista, este proceso guiado por la fe también significó conectar con los orígenes «primitivos» del arte, un proceso inicial que la aleja de los parámetros convencionales del arte en la actualidad. «Para salir de esos parámetros requiere también renunciar, por así decirlo, a lo aprendido», remarca al recordar su paso por la escuela de arte.
La obra que presenta en la exposición «Sor Ana de los Ángeles y la santidad en el Perú» muestra a la beata en actitud de oración, con las manos entrelazadas, el rostro sereno y la mirada elevada al cielo. A su lado, Cristo crucificado parece extender su compasión sobre ella, mientras que la Virgen de los Remedios la envuelve en su protección maternal. A su lado, un árbol de naranjo y el imponente volcán Misti refuerzan la identidad arequipeña de la religiosa, beatificada en 1985 por el papa Juan Pablo II.
La muestra, inaugurada en el Monasterio de Santa Catalina, reúne el talento de 16 artesanos provenientes de Arequipa, Ayacucho, Junín, Cusco y Cajamarca, con técnicas que van desde la imaginería y la cerámica hasta el fierro forjado y la alfarería.
Otro de los trabajos destacados es el de Henry Vílchez, restaurador y artista, quien presentó una imagen articulada de Sor Ana, confeccionada con madera y vestida con lana y bayeta, en una fiel representación de la vestimenta que usó en vida la beata.
El religioso dominico Fray Alejandro Maquera, del Monasterio de Santa Catalina, agregó que la exposición no solo rinde homenaje a Sor Ana, sino también a los cuatro santos del Perú como Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres, Santo Toribio de Mogrovejo y San Francisco Solano. Además, incluye a beatos, quienes están en el camino a la santidad, y a mártires del terrorismo en el país, como Zbigniew Strzalkowski, Miguel Tomaszek y María Rivas «Aguchita».

Pamela Cabala, coordinadora de la Comisión de Peruanidad de la Universidad San Pablo, destacó que «a través del arte, podemos conectar con nuestra historia y con la vida ejemplar de nuestros santos, quienes siguen inspirando a generaciones».
Sor Ana de los Ángeles Monteagudo, nacida en 1602 en Arequipa, dedicó su vida al servicio de los más necesitados, siendo reconocida por su humildad, sabiduría y caridad. Su legado sigue vivo en cada escultura, en cada pieza de arte que la representa, y en cada golpe de cincel que, como el de Nubelinda Cabrera, esculpe no solo la piedra, sino también la historia y la fe de un pueblo.

La exposición estará abierta al público hasta el 10 de marzo, de lunes a sábado, de 9:30 a.m. a 5:00 p.m., en el salón de extensión cultural del Monasterio de Santa Catalina, ubicado en la calle Ugarte 300. El ingreso es libre.