Ni una palabra sensata; puro sentimentalismo. No escribiste para el lector. Escribiste porque disfrutas de ese tipo de parloteo. (…)

Libérate de la expresión personal que una plácida felicidad produce en todos nosotros. La subjetividad es algo terrible. Es negativa sobre todo en esto: deja ver las manos y los pies del autor. Te aseguro que todas las hijas de los ministros religiosos y las esposas de los oficinistas que leen tus obras deben estar enamoradas de ti, y si fueras alemán beberías gratis es las cervecerías donde sirven las mujeres.

(De una carta a Alexander Chejov, 1883)

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En las descripciones de la naturaleza uno debe concentrarse sobre los detalles, agrupándolos de tal modo que, al leerlos y cerrar los ojos, se obtenga una imagen de lo descrito. (…)

La naturaleza logra adquirir vida propia si comparas los fenómenos con actividades humanas comunes y corrientes, etc. (…) En la esfera de los psicológico los detalles son también la norma. Dios nos libre de los lugares comunes.

(De una carta a Alexander Chejov, 1886)