MI ENCIERRO ES LO QUE SIENTO, LA EXPOSICIÓN

En este mes de marzo, Ingrid Apaza Almeron nos ofrece Mi encierro es lo que siento, una propuesta novedosa que tiene que ver con la psique de unos personajes en cuyo interior tiene lugar la formación de una prisión que es al mismo tiempo un refugio que les permite procesar sus emociones. La propuesta que plasma aborda la complejidad de los sentimientos, utiliza las luces y las sombras para reflejar el encierro que los mismos personajes viven.
Por Julio Lopera Quintanilla. (*)
En la obra de Ingrid Apaza las rejas adquieren un valor simbólico de importancia porque representan los límites que tienen lugar dentro de la psique humana como los miedos, los temores y las inseguridades de los personajes y representan también los límites que existen en el mundo externo, en el mundo social como los comportamientos y conductas de los individuos, grupos e instituciones que se constituyen muchas veces en barreras para otros seres humanos. La rigidez de las rejas representa todo eso y, además, sobre todo, el desconsuelo.
La propuesta se convierte en un escenario donde podemos vernos a nosotros mismos y al mismo tiempo recordar nuestras emociones que, aunque a veces nos encierran, nos ofrecen también una oportunidad para poder entendernos y para poder reflexionar acerca de cómo las vivimos.
En estos días, tuve la oportunidad de coincidir con Ingrid Apaza Almeron, joven artista plástica egresada de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de San Agustín quien ha tenido participación en varias muestras colectivas a nivel local y ha sido jurado en varios certámenes artísticos.
Ingrid Apaza ha sido reconocida por su labor como organizadora del Festival Internacional y Jornadas Académicas Ars Vita Est – Unsa 40 Años. Tiene como objetivo profesional conectar emocionalmente con sus espectadores invitándolos a reflexionar sobre la diversidad y riqueza de la experiencia humana. Va la conversación.
¿Cómo nació en ti la pasión por el arte?
Para ser completamente sincera, descubrí mi pasión por el arte en el 2018, cuando estaba en cuarto año de secundaria. Una noche, mientras hacía una tarea de pintura en MDF con acrílicos, sentí por primera vez un placer genuino cuando realizaba esta actividad artística. A diferencia de otras asignaciones que me cansaban y aburrían, esta actividad me atrapó por completo. Pinté durante horas sin darme cuenta del paso del tiempo, hasta que los primeros rayos del sol me hicieron notar que la noche había terminado. En ese momento supe que algo había nacido en mí.


¿Cuáles han sido tus mayores influencias?
Mi mayor influencia ha sido Vladimir Volegov, un artista ruso que descubrí por casualidad en un video. Me fascinó su manera de capturar siluetas en contraluz, me llamó la atención su riqueza cromática impresionante. Sus obras, especialmente aquellas que tienen un aire romántico, me enseñaron la importancia del color y la textura en la construcción de una atmósfera pictórica.
¿Por qué Mi encierro es lo que siento?
El título de la muestra no es una descripción de mi vida personal, sino una invitación a la introspección. No busco que el espectador vea mis emociones, sino que haga suyas las obras y reflexione sobre sus propios sentimientos.
¿Qué te gustaría resaltar de tu propuesta?
Me gustaría destacar el simbolismo de las rejas en la exposición. Representan esa barrera emocional que todos enfrentamos en algún momento, pero también la posibilidad de decidir cómo nos relacionamos con ella. Las rejas pueden ser una cárcel o un espacio de protección y transformación, dependiendo de cómo elijamos enfrentarlas.
¿Podrías describirnos tu proceso creativo?
Mi proceso creativo es meticuloso. Primero, genero la idea y visualizo los colores y la composición en mi mente. Luego, fotografío al modelo, quien debe ser alguien cercano a mí, pues necesito sentir una conexión para encontrar inspiración. A partir de esa imagen, realizo un boceto en cartón paja y lo utilizo para hacer pruebas de cortes en MDF. Laqueo el boceto y experimento con diferentes colores antes de iniciar la obra final. También investigo sobre objetos, símbolos y gamas cromáticas que refuercen la emoción que quiero transmitir.


¿Es para ti el arte un proceso introspectivo, curativo y terapéutico?
Sí, el arte cumple esas funciones de distintas maneras. En mi caso, la introspección se refleja en el uso del color, que siempre tiene una carga emocional en mis obras. Para otras personas, el arte puede ser una herramienta terapéutica que ayuda a canalizar emociones o incluso a mejorar habilidades motoras y cognitivas.
¿Qué proyectos tienes a futuro?
Este año quiero comenzar una nueva serie de pintura y seguir formándome en el campo del arte con una maestría. También estoy en proceso de consolidar un colectivo artístico con tres amigas, donde fusionaremos la música y las artes plásticas. No suelo planear a largo plazo, prefiero enfocarme en metas cercanas que pueda cumplir al cien por ciento.
(*) Centro Cultural Unsa.

DATO
Mi encierro es lo que siento, es una exposición que nos invita a reflexionar sobre la realidad y la riqueza de la vida psíquica. La exposición los espera de martes a sábado en el Centro Cultural de la Universidad de San Agustín (calle San Agustín 101 – Cercado) en el horario de 8:00 am a 8:00 pm. ¡Todos son bienvenidos!