Por: Carlos Meneses

La oración nos hará fuertes para enfrentar las miserias que hay en el mundo y especialmente las que afectan a los peruanos que sufren hambre y desempleo.

El prelado arequipeño ha formulado una invocación a la feligresía cuando está por iniciarse la Semana Santa, para que nos unamos en favor de los pobres. El señor arzobispo procederá a bendecir las palmas y dará inicio a una semana de procesiones y de oración para que Arequipa se mantenga alejada de la violencia y de ninguna manera reúna las condiciones que hacen sufrir a muchos limeños, trujillanos y piuranos.

La violencia se asoma en todas partes y parece ser un fenómeno contagioso que se va extendiendo en el país entero. La única manera de enfrentarla es uniendo fuerzas y sobre todo anteponiendo intereses en favor de quienes más sufren con esta realidad que se traduce en asesinatos y también en golpes que dañan, por supuesto, a los más débiles.

Por eso nos sumamos a la invocación de nuestro arzobispo y también invitamos a toda la ciudadanía a colaborar en un esfuerzo que no excluye a nadie, pero que tiene su mejor expresión en bondades y esfuerzos por los más necesitados.

En esta hora debemos recordar que esta es una ciudad profundamente religiosa que tiene sus mejores expresiones en la santidad y en la bondad, por algo tenemos una beata como Sor Ana de los Ángeles y una santa peruana como santa Rosa de Lima.

Escuchemos la voz del pastor, oremos y hagamos el propósito de que en Semana Santa todos nos daremos la mano recordando el sacrificio del calvario invocando por la paz, el amor y rogando al cielo por la salud del santo padre Francisco.