Por: Daniela Santander Revilla

Universitarios piden mejora del alumbrado público y patrullaje en puntos críticos

Un reciente asalto a un estudiante de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), ocurrido mientras cruzaba uno de los puentes cercanos a la casa de estudios, ha puesto en evidencia los temores que comparten cientos de alumnos que estudian en el turno nocturno. Este hecho, que fue posteriormente denunciado, refleja una realidad preocupante que es la falta de condiciones mínimas de seguridad para quienes deben abandonar el campus a altas horas de la noche.

La escasa iluminación en los alrededores de la UNSA, sumada a los antecedentes de robos en la zona, incrementa la sensación de vulnerabilidad entre los estudiantes. El temor a ser asaltados o agredidos está presente en sus trayectos diarios. La calle Universidad y las inmediaciones de la Av. Venezuela, son conocidas por su poca visibilidad y tránsito reducido durante la noche, lo que convierte a los universitarios en blancos fáciles para la delincuencia.

Uno de los puntos más críticos es el puente que conecta el campus de Ingenierías con Sociales. Este paso, utilizado por decenas de estudiantes se encuentra parcialmente cubierto por banners publicitarios y rodeado por estructuras metálicas que limitan la visibilidad. Estas condiciones no solo dificultan la circulación, sino que también generan un ambiente de encierro e inseguridad, convirtiendo el cruce en un lugar propicio para los asaltos.

Ante esta situación, los estudiantes demandan mayor acción por parte de las autoridades universitarias, municipales y policiales. Piden una mejora urgente del alumbrado público, patrullaje constante en los puntos críticos, y el retiro de elementos visuales que obstruyan la vista en los accesos. La comunidad agustina espera que se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de los universitarios, quienes solo desean poder regresar a casa sin miedo.