Arequipa es nuevo eje del tráfico internacional de fauna silvestre

La región se ha convertido en un punto clave por su ubicación estratégica.

DESDE LA SELVA HASTA ASIA

Por: Daniela Santander R.

Para que un mono capturado por traficantes ilegales llegue a tu casa como mascota, primero han tenido que asesinar a su madre. Para que puedas enseñarle trucos a un loro y subirlos a redes sociales, han tenido que transportarlo en botellas de plástico metidas en cajas de zapatos. Esta es una de las muchas crueldades que esconde el tráfico de fauna silvestre en el Perú. Y aunque suene lejano, ocurre aquí, en Arequipa, y en todo el mundo. Este crimen afecta gravemente a la biodiversidad del país y persiste a pesar de los esfuerzos por erradicarlo.

Arequipa forma parte de esta red ilegal. En lo que va del año, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) ha rescatado 31 animales silvestres en distintas zonas de la región.

Luis Gonzales Dueñas, Administrador Técnico Forestal y de Fauna Silvestre del SERFOR, advierte que el comercio ilegal de animales silvestres ocurre todo el año, pero se intensifica en fechas específicas como Navidad y el inicio del ciclo escolar, cuando muchas personas compran estos animales para regalarlos a los niños. Los ejemplares son arrancados de su hábitat, privados de una alimentación adecuada y sometidos a altos niveles de estrés. Se han registrado casos de guacamayos que, debido a la ansiedad del cautiverio, se arrancan sus propias plumas. Gonzales Dueñas enfatiza que tanto el vendedor como el comprador son responsables del delito y pueden ser sancionados.

Arequipa, por su ubicación estratégica, cinco puertos activos y condición de segunda ciudad más importante del país, se ha convertido en un punto clave para el tráfico. Su conectividad y el alto tránsito de mercancías facilitan el transporte de animales en condiciones deplorables. Incluso, hay una alta probabilidad de que muchos ejemplares sean exportados al extranjero desde los puertos regionales.

Pedregal y Mollendo son dos zonas con mayor incidencia de tráfico en Arequipa. En estos lugares se han encontrado loros, tortugas, primates y otros animales provenientes del norte del país, la Amazonía, Puno, Cusco y Madre de Dios. Algunas especies son capturadas para rituales o por superstición. Por ejemplo, cóndores usados como mascotas para “elevar el nivel social” del dueño o zorros mutilados por la creencia de que sus colas traen buena suerte. La comercialización ya no se da únicamente en mercados locales: el auge de las redes sociales permite a los traficantes operar en el anonimato, dificultando su captura.

El comandante PNP Omar Valenzuela, jefe de la Unidad Desconcentrada de Protección del Medio Ambiente de Arequipa, informó que entre las especies recuperadas en la región figuran loros cabeza roja, guacamayos, tortugas taricaya, monos Martín, tortugas motelo, pihuichos, loros frente roja, iguanas, auroras y ardillas nuca blanca.

Todas las personas implicadas han sido denunciadas ante el Ministerio Público, específicamente en la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, por tráfico ilegal de especies de flora y fauna silvestre y por depredación de flora y fauna. Actualmente, existen procesos abiertos, algunos ya en juicio oral, en los que participa personal de la Unidad de Protección del Medio Ambiente como testigo e interviniente.

AREQUIPA, MERCADO APROPIADO

Las rutas más frecuentes del tráfico incluyen las carreteras desde Madre de Dios, Puno y Juliaca, así como buses interprovinciales provenientes de Lima. “Arequipa es importante en esta ruta porque existe una demanda constante. Muchas personas tienen la costumbre de criar animales silvestres como mascotas, lo que convierte a la ciudad en un mercado atractivo para los traficantes”, explica el comandante Valenzuela.

Pero el tráfico no se limita al ámbito local o nacional. Según Valenzuela Moya, las tortugas taricaya, loros cabeza roja y guacamayos son los animales más traficados hacia el extranjero. La investigación “Zonas de caza furtiva: tráfico de vida silvestre en la Amazonía peruana”, de la periodista Katie Jones, revela que muchas especies capturadas en Perú terminan en países como Ecuador, Bolivia, Brasil, Colombia y Chile. Por ejemplo, las taricayas se comercializan en la frontera con Ecuador y el pinzón azafrán es contrabandeado a Brasil para concursos de canto. Desde Lima, aves, reptiles, monos y ranas son traficados a Europa, donde terminan en zoológicos o colecciones privadas ilegales en países como Países Bajos, Bélgica, España, Francia, Alemania, Suiza y Austria.

China es el principal destino de animales y plantas traficadas desde Perú, seguido por Estados Unidos. Peces ornamentales son vendidos en China, Hong Kong y Japón. Las tortugas taricaya llegan a Hong Kong tanto por vía legal como ilegal, y desde allí son distribuidas a países como Kuwait, Indonesia, Corea del Sur, Italia, Filipinas y Malasia. Además, colmillos y pieles de jaguar peruano son vendidos en Asia. Según el periodista Eduardo Franco Berton, estos productos salen del país principalmente por Bolivia, debido a sus controles aduaneros más laxos, especialmente en los aeropuertos.

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