El Cristo de 300 años

Por Carlos Meneses Cornejo
La imagen se encontraba en la Catedral de la ciudad debido a que la iglesia de Santa Marta fue destruida por el sismo.
ESPECIALES DE AREQUIPA: LOS AREQUIPEÑOS QUE YO CONOCÍ
Al poco tiempo de la fundación de la ciudad, en 1540, se creó la ermita de Santa Marta en la Ranchería de San Lázaro lugar al que llegaron los españoles que querían conquistar Chile. Esta ermita dependía de la parroquia del Señor San Pedro que era la iglesia primera y matriz de Arequipa, probablemente fue hecha por un artesano arequipeño o discípulos de algún maestro español, pero sin duda alguna no vino hecha de España, pues hasta entonces las imágenes religiosas que traían los españoles eran de tamaño más o menos chico como son la Virgen del Rosario de Santo Domingo conocida como “la cueterita” que cada vez que salía de la Ranchería de Muñoz Najar era acompañada con una salva de cohetes.

En un expediente seguido ante el Instituto Nacional de Cultura (INC) por la cofradía del Señor de la Caridad para conseguir declaración como Patrimonio Cultural de la Nación se afirma que la imagen salió en procesión por vez primera el 5 de marzo de 1684 llegando hasta la Plaza Mayor de la ciudad.
Es así que desde esa fecha e ininterrumpidamente todos los Lunes Santo se cumple con esta tradición: “al caer el crepúsculo del día sobre la ciudad entre margaritas perfumadas y al repique de campanas sale de su templo de Santa Marta el Señor de la Caridad, precedido siempre por los sones del antiguo miserere rumbo a la Plaza Armas de la ciudad”.
Después se fueron incorporando a la procesión otras imágenes como la del Jesús Nazareno que representa a Cristo cargando una cruz, San Juan Evangelista y la Virgen Dolorosa que asumieron distintas familias notables de la ciudad.

El 13 de mayo de 1784 ocurre un gran terremoto en Arequipa que duró entre cuatro y medio a cinco minutos, según el historiador don Juan Domingo Zamácola y Jáuregui y ante los continuos temblores que se sucedían es sacado en procesión el Santo Cristo de la Caridad por orden del décimo sexto obispo de Arequipa, fray Miguel de Gonzales Pamplona. La imagen se encontraba en la Catedral de la ciudad debido a que la iglesia de Santa Marta fue destruida por el sismo.
Con la llegada del Libertador Simón Bolívar y sus instrucciones para afianzar la Independencia se anulan las archicofradías, cofradías y órdenes religiosas con el fin de eliminar todo rastro español. Es por ello que la cofradía da el culto al Cristo de la Caridad en un perfil bajo y se convierten en hermandad gracias al tesón de las familias Belaúnde, Cáceres, Bedoya, Chocano, Chirinos que eran vecinos de Santa Marta y que recrearon la devoción a través de hermandades como la del Cristo de la Caridad.
Desde entonces todos los años el Lunes Santo, el Cristo de la Caridad recorre las mismas calles de los primeros tiempos como Melgar, San Francisco, Santa Catalina, la Plaza de Armas, Mercaderes y la empresa de iluminación eléctrica forraba los faroles con papel de color negro y los asistentes caminaban de uno en fondo en las veredas en grupos de varones que iban a la izquierda y mujeres a la derecha, todos vestidos de riguroso luto.
Otra característica de la procesión es que a la imagen de la Virgen Dolorosa la rodean multitudes y una banda de músicos, quienes cierran el cortejo procesional.
Esta hermandad ha guardado una astilla original del lignum crucis que fue obsequiada a don José Luis Bustamante y Rivero, cuando fue presidente del Perú, por el papa Pío XII y este a su vez la obsequió a fray Irineo de Madariaga Atucha, quien finalmente la entregó a la hermandad y que es custodiada como tesoro espiritual de ella. El padre Irineo llamaba al Señor de la Caridad como “flaco”.

Merece recordarse que el miserere entonado en la procesión original fue compuesto por Mariano Melgar con arreglos del músico José María Arrisueño. Una parte de esa composición contiene el verso: “Ten mi Dios, mi bien, mi amor misericordia de mí, ya me ves postrado aquí con penitente dolor”. Debe agregarse que la Hermandad del Cristo de la Caridad, que este año preside Hernán Chanove Mondaca, se propone restituir a partir de este año el regreso del miserere y también debe citarse que las comunidades carmelitas y franciscanas han mantenido vigente este esfuerzo católico.
Fieles a principios religiosos de mi propia familia desde el techo de la casona que hemos tenido, desde 1870, en la segunda cuadra de la calle Santa Teresa primero y hoy Melgar tenemos la costumbre de rociar flores blancas a la procesión en el preciso momento del paso de la imagen del Cristo de la Caridad y de otros colores con las otras imágenes que acompañan su paso.
Eso fue prohibido en los últimos años para evitar el trabajo que al final del desfile tenían que realizar los servidores de la baja policía. También debe indicarse que la imagen del Cristo de la Caridad se detiene y entra cuando pasa por las iglesias de Santa Teresa, de San Francisco y de Santa Catalina, tradición que se ha perdido y que en este año realizó visitas a los tres monasterios locales a pedido de las religiosas que querían tener minutos de oración con el Cristo de la Caridad
Puedo agregar que el poste de alumbrado público que está en la misma calle tiene como padrino encargado de su limpieza a un miembro de mi familia.

*Información facilitada por el presidente de la Hermandad del Cristo de la Caridad, Hernán Chanove Mondaca.