Vargas Llosa y la última visita a la casa donde nació

Por: Adrian Quicaño P.

Su última visita a su casa de avenida Parra.

La última vez que el Nobel visitó la casa donde nació, fue en julio del 2019. En aquella oportunidad su paso por Arequipa fue muy escueto y reservado, además de atender algunos asuntos personales estaba en la ciudad para un documental de una conocida cadena de televisión mexicana. En dicho recorrido por su vida no podía faltar la vuelta al primer hogar.

Don Mario llegó acompañado de su hijo, Álvaro y por el historiador Mario Rommel Arce, con quien compartía un sentimiento de amistad. Su llegada a dicha casa se produjo en horas de la tarde, bajo el mayor recelo. Fueron invitados solo dos medios de comunicación, entre ellos diario El Pueblo.

No hubo mucho tiempo o disposición para entrevistas, Vargas Llosa estaba esperando al equipo de grabación, quienes se habían retrasado. En su espera el escritor paseó por casi todos los ambientes de la casa, que ya era museo desde 5 años atrás. En sus ambientes se recrea pasajes entrañables y muy marcados en la vida de Mario, los mismos que volvió a trajinar en cada una de las 16 salas.

Pero el primer ambiente que visitó fue el teatro, le gustó ver las dimensiones del recinto y lo bien que se veía el piso y los asientos. Preguntó aquí ¿Cuál fue la última obra que se ha presentado?

En su paso por las animaciones 3D que dan vida al personaje, su seriedad se hacía evidente, prestaba atención a cada detalle mostrado y platicaba con su hijo. Mario hacia hincapié en los recuerdos y opinaba acerca de los actores que aparecían ante sus ojos. “Ella es Vanessa Saba, verdad. Esa chica es muy simpática y buena en su trabajo”, anotó a los presentes tras una dramatización donde aparecía la conocida actriz.

En este punto el arequipeño también notó que la luz estaba un poco tenue y que algunos ambientes necesitaban mayor cuidado, pero nada de esto le quito la curiosidad y el agrado por seguir recorriendo el museo. Ya en la sala conocida como “el tren de la vocación” se quedó perplejo, aquí se proyectan en las ventanas de un vagón muchas escenas de la vida de Mario y su recorrido por las letras desde muy pequeño. Quizás fue el ambiente donde se le vio más concentrado pero feliz.

Siguió recorriendo la casa a la espera del equipo técnico encargado de su documental. En ese tiempo estaba de gobernador Elmer Cáceres Llica, quien al ser avisado de la vista del novelista, fue a su encuentro en la casa que el mismo GRA administra. Subió raudamente las escaleras y lo encontró en el segundo piso. Vargas Llosa, todo un caballero lo saludó muy amablemente y conversó con él un periodo medio, hablaron de algunas ideas y rieron. Fue la vez que Mario lo conocía.

Ya casi para finalizar se escuchó algunos susurros del entonces gobernador, haciéndole saber que la casa siempre estaría bien cuidada y que tenía nuevos proyectos para la cultura. Desgraciadamente todos sabemos que Cáceres Llica no acabó su gestión.

El tiempo pasaba e invitó a todos los acompañantes que debían abandonar la casa ya que la grabación iba a empezar y necesitaban privacidad. Es de esta manera en la que todos, incluido el gobernador, abandonaron el museo, pero antes de retirarnos se escuchó la última pregunta de don Mario ¿Y aquí, a qué hora vienen los visitantes?  Unas pequeñas risas se esbozaron, pero una respuesta clara no hubo. Quizás Mario preguntaba solo por los horarios de acceso o fue tal vez que se viera sorprendido que no había turistas.

Después de esa visita los historiadores de Arequipa manifiestan que nunca más volvió a pisar su primera casa y nunca más lo hizo. Mario Vargas Llosa es arequipeño y nació en el Boulevard Parra 101, Cercado. Hoy este inmueble es un museo vivo al que todos estamos obligados a visitar.

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