La muerte del papa

Arequipa, ciudad mariana, siente como nadie en el Perú el dolor que causa la muerte del papa Francisco, hombre respetado, querido y persona generosa que Dios ha llevado al cielo para tenerlo a su lado.
La muerte el papa Francisco sorprendió a todos, pues estaba en proceso de recuperación de los males bronquiales y pulmonares que afectaron durante casi 2 meses su salud. Fue un derrame cerebral después de dar la bendición a la ciudad de Roma y al mundo el que le quitó la vida según anunció el segundo hombre del Vaticano, pero que no puede tomar decisiones que solo están reservadas a los papas.
En Arequipa el cielo amaneció nublado y una lluvia suave, pero persistente cayó sobre una ciudad que tocó sus campanas de pesar por el fallecimiento del santo padre, sentir que compartimos todos los peruanos creyentes o no creyentes por sus bondades y su trayectoria como religioso.
Los peruanos sentimos más la muerte del santo padre porque era un latinoamericano, el primero que llegó al pontificado y porque se ocupó mucho de nuestros pobres y de aquellos que sufren desengaños de los gobiernos, que luchan por el imperio de la paz y la ventaja para los pobres.
Los peruanos tenemos confianza en que los 140 cardenales que elegirán al nuevo pontífice tomarán una decisión inspirada por el papa que se fue y también por los deseos mundiales de paz entre las naciones y los pueblos.
En Arequipa, el duelo es total, queremos que la sombra de Francisco llegue a todos, a los que creen y a los que no son cristianos porque queremos que la inspiración que el papa tuvo durante sus doce años de gobierno alcance a todos los hombres, sobre todo a aquellos que han sufrido con las guerras y el hambre.