Municipios recaudan solo el 2.7% del total de impuestos

Por Jorge Turpo Rivas

Investigador del Grupo Propuesta Ciudadana, Armando Mendoza, sostiene que esta situación les resta autonomía a las municipalidades. Los vecinos no pagan porque muchas veces no ven reflejados sus impuestos en buenos servicios ni obras.

DEPENDEN DE LO QUE DISTRIBUYE LIMA

En el Perú, la descentralización fiscal sigue siendo una promesa incumplida. A pesar de los avances legislativos y del discurso político que promueve la autonomía de los gobiernos locales, las cifras revelan una dependencia estructural de las municipalidades respecto al Gobierno Nacional.

Solo el 2.7% del total de los impuestos recaudados en el país proviene de los municipios, según el estudio “Descentralización Fiscal y Recaudación Municipal” presentado esta semana en Arequipa por el economista Armando Mendoza Nava, investigador del Grupo Propuesta Ciudadana.

Mendoza, no solo presentó cifras preocupantes, sino que también advirtió sobre sus consecuencias políticas. “Si dependo del dinero que me llega de Lima, ¿qué autonomía tengo? ¿Qué igualdad si tengo que estar bien con el ministro de turno?”, cuestionó durante su ponencia.

La raíz del problema, según el especialista, es la débil capacidad de los municipios para generar sus propios ingresos, lo que los obliga a depender de transferencias del Ejecutivo.

De las casi 1,900 municipalidades que existen en el país, apenas 116 concentran el 77% de los tributos municipales recaudados.

Esta realidad genera un sistema centralizado en el que la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) es la principal recaudadora y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) quien administra y distribuye los recursos.

La situación en Arequipa, aunque ligeramente mejor que en otras regiones, también refleja esta dependencia. En promedio, solo el 12.2% del presupuesto de sus municipalidades proviene de tributos locales.

La Municipalidad Provincial de Arequipa es una excepción con más del 41.3% de ingresos propios, pero en provincias como Condesuyos (Chuquibamba) o La Unión (Cotahuasi), la recaudación es tan baja como el 1% y 2%, respectivamente.

“Esto no es sostenible”, advirtió Mendoza, al subrayar que la dependencia no solo es económica, sino también política.

Uno de los puntos más críticos que revela el estudio es el círculo vicioso entre la calidad de los servicios municipales y la cultura tributaria de los ciudadanos.

“Mientras los vecinos se quejan del mal estado de los parques o del deficiente servicio de recojo de basura, los municipios acusan que no pueden mejorar porque no hay ingresos. Y no hay ingresos porque los ciudadanos no pagan”, explicó Mendoza.

En el panel de discusión posterior a la presentación del informe, distintos especialistas coincidieron en que es urgente una reforma estructural.

Víctor Silva, representante de CONECTAMEF, fue enfático: “La situación actual promueve el clientelismo en los gobiernos locales. Necesitamos cambios normativos profundos”.

Erika Velásquez, docente de la Facultad de Economía de la UNSA, consideró que además de una reforma legal, es necesario fortalecer la capacidad profesional en los municipios.

“Los gobiernos locales no están a la altura de los desafíos. Mejorar el gasto público pasa por contar con equipos técnicos competentes”, afirmó.

El experto en gestión municipal, Jorge Condori, también participó del foro y lanzó una crítica directa al modelo vigente: “No es justo que el Ejecutivo maneje el 64% del presupuesto nacional, mientras que 1,821 gobiernos locales deben conformarse con solo el 15%. Muchas veces el Foncomun ni siquiera alcanza para pagar los sueldos”.

Condori propuso algunas salidas, siendo la más importante la mejora del sistema de recaudación del impuesto predial.

“Ese debería ser el principal ingreso municipal. Pero para lograrlo, se necesita invertir en catastros prediales actualizados, señalizados y categorizados correctamente. Solo así se podrá sincerar el cobro y mejorar la recaudación”, explicó.

También recalcó que el Ejecutivo tiene un rol clave para lograr mejoras sostenidas: debe apoyar a los municipios en la mejora de la calidad de los servicios públicos.

“Cuando los ciudadanos vean resultados concretos, estarán más dispuestos a pagar sus impuestos. Así empieza el cambio”, comento.

Lo que también queda claro es que no hay una cultura de pago de impuestos municipales. De ahí que cada semestre las municipalidades se ven en la necesidad de implementar campañas de amnistía tributaria para condonar las moras e intereses a los vecinos y aun así no logran las metas de recaudación necesaria.

“No se trata de buscar culpables, sino de abrir un diálogo honesto. Todos estamos en el mismo barco”, concluyó Mendoza.

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