La educación en el hogar y desde los medios de comunicación deben apuntar al mismo norte

Por: Danna Felipe B.
Los hechos de violencia han aumentado. ¿Por qué? La psicóloga clínica y forense, María Alexandra Manrique, señala como un factor delicado la falta de comunicación entre padres e hijos. “La tecnología es la niñera del siglo XXI”, afirma. Pero, ¿quién controla lo que esta le muestra al infante o al adolescente? El segundo punto clave son los medios de comunicación y las redes sociales, donde hay información no apta para nadie.
¿Qué cambió?
Antes había más comunicación dentro de la familia. Actualmente, cuando un menor tiene algún problema, el papá o la mamá muchas veces están ausentes. Y si están, no escuchan. Por ende, los consejos provienen de otros lugares, de personas a quienes muchas veces solo ven y escuchan a través de una pantalla.
Abordemos un ejemplo: Hoy existen sicarios cuya edad no supera los 18 años: los llamados “niños sicarios”. La información sobre ellos llega fácilmente al niño o adolescente que tenemos en casa. Tal vez se piense que es imposible que ese estilo de vida negativo influya en su pensamiento o comportamiento. Pero está completamente equivocada esa percepción. Según la especialista, la infancia y la adolescencia son etapas profundamente influenciables. Por ello, no es de extrañar que las organizaciones criminales estén captando a sus miembros desde edades tempranas, justo en las etapas clave del desarrollo de su personalidad.
Indicó que la baja tolerancia a la frustración, la falta de control de impulsos, la carencia de habilidades sociales, así como los trastornos de personalidad narcisista y antisocial, guardan relación directa con la comisión de delitos.

“He tratado con chicos que, tras ser detenidos, perdían ese ego y necesitaban a mamá y papá otra vez”, añade Manrique Aguirre.
Sin embargo, lo que vivimos no es solo un problema que se queda entre las paredes del hogar. La información difundida por los medios de comunicación y cualquier usuario de las redes sociales debe ser responsable. Hoy, donde cualquiera puede asumir el rol de comunicador, el papel de los medios es aún más importante. Ellos siguen marcando pauta, dado que tienen mayor capacidad para conseguir información. No obstante, lamentablemente, hemos visto morbo y la personificación de malos elementos.
Entonces, Manrique Aguirre advierte: “Hay medios de comunicación que caen en el morbo: por qué la mató, con qué la mató, dónde escondió el cadáver. Estamos normalizando la violencia e incentivándola”.
Réplica de comportamientos. Hubo una etapa, el año pasado, en la que varios acusados de feminicidio optaron por el suicidio antes de afrontar el proceso judicial.
Por otro lado, estamos adoptando una actitud indiferente. Que después de que una señorita fuera múltiples veces apuñalada dentro de la UNSA, la muerte de una enfermera poco después no conmocionara del mismo modo a los habitantes de Arequipa, es una muestra clara. Ya hemos vivido los efectos.