Piden inmediata intervención de las autoridades competentes.

Por Danna Felipe B.

En Cocachacra, distrito de la provincia de Islay, se prefiere pescar camarones buceando con luz. El problema es que, desde que se levantó la veda hace casi un mes, es muy difícil ver bajo el agua. Asimismo, el animal no está migrando como debería. El color amarillento, no propio del río Tambo, continúa, y se presume que su origen está relacionado con relaves mineros. Es una verdad que el producto que se logra extraer actualmente no destaca ni en calidad ni en sabor.

“Desde que se levantó la veda no podemos hacer nada prácticamente. No vemos. Los camarones no están migrando como corresponde tampoco. Este color innatural lo impide. No se mueven río arriba. Imagine cómo están allá. Peor”, lamentó Dante Suri, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales Camaroneros y Defensores de Fauna del Río Tambo-Base Cocachacra.

Suri Flores reveló que, a comparación del año pasado, la pesca de camarones se ha reducido en más del 80%. Es alarmante. “Usar visor de buceo con luz es mejor para las capturas a mayor escala, pero no se puede porque no se ve nada”. Hay que recordar que Tambo y Majes son los principales ríos abastecedores de este animal en la ciudad de Arequipa.

El problema no es reciente. El año pasado, el color irregular del río Tambo encendió las alarmas a nivel nacional, y sin muchas vueltas, se responsabilizó a la mina Aruntani por la presencia de metales pesados en él. La contaminación proviene de la región vecina de Moquegua. Los pescadores aquí se preguntan si es el relave que aún persiste en las orillas o si la mina sigue operando.

“Es preocupante. Nos vamos a reunir con los presidentes de otras bases para ver qué más podemos hacer. También queremos dialogar con pescadores de Moquegua. Ya hemos alertado a la Gerencia Regional de Producción y a varias autoridades, pero al parecer hacen la vista gorda”.