Pueden caer en manos de criminales y ser usados evidentemente para actos ilícitos.

Redacción Diario El Pueblo

Con todo lo que está aconteciendo en el país, la gente se ha vuelto más desconfiada y no está mal. Antes, con mayor facilidad, cualquiera podía endulzarles la mente física o digitalmente. Soltaban nombres, apellidos, número de DNI, de teléfono, de cuenta bancaria, correo electrónico, entre otros datos personales, a vendedores informales, a apps o a cambio de un beneficio barato.

“Debe quedar en claro que yo no puedo obligar a nadie a no entregar sus datos personales. Es decisión de cada uno. Cada uno debe evaluar a quién se los da y con qué objetivo. No podemos pasar por la vida pensando que todos tenemos buenas intenciones”, aseveró el general PNP Olger Benavides, jefe de la Región Policial Arequipa.

Pongamos un ejemplo. Fuentes policiales alertan que, bajo ningún motivo, se deben instalar apps desconocidas porque un grupo de criminales roba datos a través de ellas y luego se contactará con ustedes. Les ofrecerán un préstamo muy tentador y, si aceptan, les depositarán un monto menor que, a la larga, será el inicio de una deuda sin fin. Si no pagan, recibirán amenazas. Los delincuentes se comunicarán con su familia, amigos y conocidos, dándoles a conocer que tienen una deuda vigente con ellos.

Otro. No comprar chips de vendedores informales. En el proceso entregas tu huella dactilar. Es como dar tu DNI. Tus datos personales pueden ser usados libremente para otros fines. Por ejemplo, activar líneas a nombre de la persona para que sean usadas por extorsionadores, estafadores y otros delincuentes.

O uno más simple. Un grupo de personas que, a cambio de una gaseosa, se convierte en adherente de una organización política.