FALLECIÓ PEPE MUJICA, EXPRESIDENTE DE URUGUAY

“Soy un estoico y eso no encaja en el mundo de hoy”

Por José Carlos Mestas

Murió Pepe Mujica, a quien muchos recuerdan como el presidente más pobre del mundo. Podríamos decir que su actitud ante la vida era similar al también fallecido papa Francisco. Aquí un repaso a su vida por algunas de sus frases

Siempre tenía una frase, incluso cuando tocaba temas que tenían como base la adversidad. Es así como recordando la vez que fue baleado y herido señaló que “fue una desgracia con suerte”. En su juventud militó en los tupamaros que querían hacer la revolución en Uruguay, incluso admiraba a Fidel Castro y al Che Guevara.

Por eso fue jefe de una columna cuando se enfrentaron al efectivos del Ejército, “perdí el bazo, me hirieron el páncreas y fui a dar a un hospital militar”, recuerda. Por su militancia política es que estuvo en prisión durante trece años, entre 1972 y 1985, que fue motivo de una serie en Netflix que seguro ahora estará entre las más vistas.

Del duro encarcelamiento que enfrentó es que dijo en la misma entrevista: “Siempre se puede estar peor”. Como anécdota, podemos señalar que no solo se hizo amigo de una rana sino que aprendió que “las hormigas gritan cuando tú las agarras”.

Pero lo que nosotros podemos destacar de lo que más extrañaba: “Estuve siete años sin poder leer, sin libros, sin nada”. Cuando dejó de ser presidente de su país volvió a su casa que consta de solo de tres habitaciones, pero lo que llama la atención es que casi toda está llena de libros.

Lo cual nos lleva a su defensa no solo de la lectura, sino de la filosofía pues considera que el mundo la está dejando de lado. “Filosóficamente soy un estoico y eso no encaja en el mundo de hoy”, afirmó en otra entrevista.

Su visión del mundo donde predomina el capitalismo y el consumismo es pesimista, de ahí que se pregunta “por qué hay que cambiar el auto”. Lo comparábamos con el papa Francisco porque le gustaba viajar en bus y siempre usar el mismo par de zapatos.

Pepe hacía casi lo mismo, de ahí que un símbolo de la austeridad de su vida era su auto, un Volswagen celeste de 1987 que aun hoy está estacionado en la puerta de su casa. Un medio de prensa internacional recuerda que cuando visitó Guatemala y Turquía lo recibieron con un auto similar. Mujica recuerda su viaje a Alemania donde le pusieron un auto cuya “puerta pesaba 300 kilos” y una seguridad impresionante, además de una casa muy lujosa donde alojarse:

“Todo ese dinero podría servir para los pobres”.

También podemos mencionar al amor de su vida, a la esposa que no solo luchó con él militando también en los tupamaros y haciendo trabajo clandestino, sino también como política pues llegó a ser vicepresidenta de su país.

A Lucía Topolansky la conoció la primera vez que Pepe logró huir de la cárcel: “la vi casi accidentalmente. Era muy bonita y muy joven”. Siguieron con su trabajo militante hasta que “nos encontramos una noche que andábamos perseguidos”.

La frase que marca ese momento de su vida, la resume de esta manera: “Nos aferramos al amor porque la naturaleza biológica nos lo impone”. Hoy la muerte los ha separado.

CONDOLENCIAS

Pepe Mujica, el exguerrillero que llegó a presidente.

El Gobierno resaltó de José Mujica «su humildad y cercanía al pueblo», cualidades que, afirmó, «quedarán como legado para las futuras generaciones».

El Gobierno, a través de sus redes sociales, lamentó el fallecimiento del expresidente uruguayo José Mujica, quien dejó de existir este martes en Montevideo a los 89 años, un año después de que le diagnosticaran un tumor maligno en el esófago.

Finalmente podemos recordar su frase vinculada  a la muerte: “Triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar”. En esa entrevista recuerda a su perrita “Manuela” quien marcó todo un récord pues vivió hasta los veintidós años.

Ella está enterrada debajo de una secuoya, un árbol famoso por su gran tamaño y longevidad, que también están en la chacra de Pepe, quien sabiendo que estaba próxima su muerte pidió que lo calcinen y lo entierren ahí.   

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