Por: Carlos Meneses

El papa tiene un compromiso con el Perú y ha ratificado su decisión de visitarlo en cuanto le sea posible y terminó alocución con un “viva Chiclayo”.

Aunque sin precisar fecha el papa León XIV le ha prometido a la jefa de Estado, Dina Boluarte, que visitará el Perú en algún momento de los próximos meses. Por de pronto en Lima, la Conferencia Episcopal peruana está buscando el lugar adecuado para poder albergar a las personas que acompañen al santo padre. Se recuerda que el papa Juan Pablo II utilizó el aeropuerto del Grupo 8 de la aviación nacional militar para cuando visitó Perú, en oportunidad en que estuvo en Lima.

En la plaza de San Pedro, según la policía italiana, se llegaron a reunir más de 250 mil personas para la ceremonia de entronización y se advirtió que no hubo tribuna techada para los 1 600 invitados que acudieron a la misa del domingo.

El vicepresidente de Estados Unidos (EE. UU.), James David Vance estuvo en primera fila y le dijo al pontífice que era creyente y que había cumplido con un encargo del presidente Donald Trump de invitarlo a visitar la Casablanca.

El pontífice no contestó a la propuesta, pero dijo que no debía olvidarse que los pobres son primero y que irá al país que requiere su presencia para terminar con guerras y con hambre. El vicepresidente le entregó una biblia como obsequio especial y que tiene una antigüedad de decenas de años.

La esposa de Vance fue una de las pocas invitadas que tomó la mano del papa para besar el anillo del pescador que él estrenó el domingo antes de la misa de entronización.

“Dígale al presidente Trump que me ayude a alcanzar la paz” le dijo el papa a Vance mientras sonreía, el papa reiteró ante la delegación chiclayana y la del episcopado peruano que sí vendrá al Perú en cuanto le sea posible.