Alianzas electorales

La descentralización no debe ser un discurso vacío, sino parte activa del proceso electoral y de las propuestas que surjan de estas nuevas coaliciones.
De cara a las elecciones generales del 2026, si dos o más partidos quieren postular en conjunto a la presidencia, al Congreso o al Parlamento Andino, tienen que formar una alianza electoral. Es decir, unirse bajo un mismo nombre y símbolo para presentar sus candidaturas como si fueran un solo equipo.
La presidenta Boluarte convocó con anticipación a elecciones y para el 2026 hay más de 40 agrupaciones políticas que presentarán a sus candidatos y esto hará que haya una segunda vuelta, si es que en una primera vuelta ninguno de los postulantes logra la mayoría de votos.
Ahora, los partidos políticos tienen plazo para presentar la inscripción de sus alianzas hasta el próximo 2 de agosto.
Pero esta unión no puede hacerse de la noche a la mañana, las agrupaciones políticas deben cumplir con una serie de requisitos y, sobre todo, con el plazo que les da la ley.
Y para poder formar alianzas electorales, las organizaciones políticas debieron concretar su inscripción ante el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) hasta el 12 de abril de este año, que fue la fecha máxima dentro del calendario electoral. Las alianzas se constituyen con la finalidad de aunar los votos propios de cada partido para tener mayores posibilidades de lograr cargos electivos. Sin embargo, más allá del cálculo electoral, las alianzas deberían construirse sobre coincidencias programáticas y compromisos mínimos con el fortalecimiento de la democracia. La ciudadanía merece saber que los acuerdos entre partidos no son meros pactos de conveniencia, sino esfuerzos por ofrecer propuestas sólidas y responsables al país.
La experiencia electoral reciente en el Perú demuestra que muchas de estas coaliciones terminan fragmentándose una vez en el poder o incluso antes de asumir funciones. Por ello, es clave que el Jurado Nacional de Elecciones, los medios de comunicación y la propia ciudadanía exijan transparencia sobre los términos de cada alianza, sus planes de gobierno conjuntos y los mecanismos internos de toma de decisiones.
Finalmente, es importante que estas alianzas no se limiten a Lima. En regiones como Arequipa, donde la pluralidad política es fuerte y el interés por los temas locales es creciente, los acuerdos también deben considerar las necesidades y prioridades de la población regional.