Grace Lin Anderson deslumbra en Arequipa con su virtuosismo y calidez humana.

Por Julio Lopera Quintanilla (*)
Pocas veces tenemos en nuestra ciudad la oportunidad de escuchar el violoncello tocado como instrumento solista en obras tan magistrales como las que se escucharon la semana pasada.
UN VIOLONCELLO QUE HABLA
Un instrumento que en manos virtuosas es capaz de transmitir los más hondos sentimientos y su sonido se iguala en expresividad a la más bella voz humana. La reconocida violonchelista taiwanesa-estadounidense ofreció dos conciertos memorables y semanas de formación intensiva en la UNSA, dejando una huella imborrable en la comunidad musical de Arequipa.

El primero de sus conciertos tuvo lugar el viernes 6 de junio en el histórico Teatro Fénix, donde, acompañada por la Orquesta Sinfónica de Arequipa bajo la dirección del maestro David Ruiz Llanos, interpretó el célebre Concierto para violonchelo de Antonín Dvořák. La velada fue un éxito rotundo: el público llenó la sala y ovacionó de pie a la solista, quien ofreció como encore el Preludio de la Suite N° 3 para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach, en una interpretación que tocó profundamente a los asistentes.
Días después, el miércoles 11 de junio, Grace Lin volvió a los escenarios arequipeños, un concierto en el Teatro Municipal, esta vez como solista junto a la Orquesta Sinfónica de la UNSA, bajo la batuta de la maestra Pilar Lopera Quintanilla. Interpretó las Variaciones sobre un tema rococó de Piotr Ilich Tchaikovsky, deslumbrando por su técnica depurada y su expresividad musical. La joven orquesta universitaria, conformada por más de 60 músicos de todas las especialidades sinfónicas, continúa consolidándose como un conjunto de gran proyección, enfrentando obras de gran envergadura como La Suite del Cascanueces y la imponente Obertura 1812.
Grace Lin Anderson obtuvo la licenciatura de la Universidad de Harvard, la maestría en la Juilliard School y su doctorado en la Universidad de Carolina del Norte, Greensboro. La solista, aclamada por la crítica por su “resolución de ataques y energía ilimitada” (New York Concert Review) y su “actuación transformadora” (Classical Voice of North Carolina), ha actuado en prestigiosas salas como el Carnegie Hall, Alice Tully Hall en el Lincoln Center, el Kennedy Center y Bargemusic. Ha sido solista en importantes festivales como Aspen, Scotia Festival of Music y Caramoor. Su versatilidad artística le ha permitido colaborar con leyendas como Bernard Greenhouse y actuar junto a bailarines como Savion Glover, ganador del Grammy. Actualmente es docente de la Universidad Queens de Charlotte y dirige talleres anuales de violonchelo en Carolina del Norte y Virginia.

Durante su estancia en Arequipa, la solista ofreció dos semanas de clases maestras intensivas a los estudiantes de violonchelo de la UNSA, así como sesiones de música de cámara, mostrando su vocación pedagógica y su generosidad. Fundadora de programas educativos como el Young Performers Chamber Music Workshop, ha sido reconocida como Mejor Educadora por la Sinfónica de Carolina del Norte y es una figura clave en la vida musical de su región.
Con profunda empatía, la maestra Lin Anderson expresó sentirse conectada con la cultura peruana. “Aquí encuentro una calidez humana muy parecida a la de mi país”, comentó. También resaltó el enorme potencial de los jóvenes músicos arequipeños, describiéndolos como “una mina de oro que solo necesita ser trabajada con cuidado y cariño”. En ambos conciertos, destacó la energía única que percibió en los diálogos musicales entre su violonchelo solista y los instrumentos de las orquestas locales, una verdadera conexión musical.

Madre de tres niños, combina su actividad de solista con la docencia en la Universidad Queens de Charlotte y continúa desarrollando su labor artística y pedagógica en Estados Unidos y Europa. Su paso por Arequipa no solo dejó dos noches de música extraordinaria, sino una inspiración profunda en los jóvenes músicos que tuvieron el privilegio de aprender de una maestra excepcional.
Con su virtuosismo, sensibilidad y generosidad, Grace Lin Anderson no solo ofreció interpretaciones magistrales, sino que también sembró inspiración y esperanza en la nueva generación de músicos de Arequipa.
