Por: Carlos Meneses

La diplomacia debe recuperar el rol que equivocadamente están confiando a las armas en el conflicto del Medio Oriente.

El papa León XIV ha sido el primer estadista de una comunidad como la católica, que tiene mil 400 millones de fieles, en expresar su pronunciamiento categórico y definitivo. La paz tiene que imponerse en el conflicto de Medio Oriente y la única posibilidad de lograrlo es conversando.

Hasta ahora Estados Unidos ha preferido el uso de las armas y ha desatado contra Irán un ataque con bombas de gran calibre que han causado daños en refugios subterráneos de presumiblemente armas atómicas.

Los Estados Unidos han actuado para detener los excesos de Irán y los equívocos del manejo diplomático tienen como resultado la actual crisis, pero es hora de que se detenga la guerra para no ampliar la cobertura que podría alcanzar a varias naciones e incluso a la participación en el conflicto de Rusia y China.

Los Estados Unidos y Europa deben llegar al convencimiento de que sea la diplomacia la que actúe ahora para detener la guerra y evitar que Rusia y China participen de ella. Ese es el deseo también del estado Vaticano y de Europa Occidental que no quiere que las armas remplacen a la diplomacia y que se siga conversando sobre la crisis entre Israel y los Estados Árabes para buscar solución a las diferencias que empezaron en Gaza con un ataque israelí que causó millares de muertos.

Lo que el mundo necesita es paz para desarrollar políticas que tiendan a satisfacer necesidades de los pueblos en desarrollo y no guerras que solo conducen a la pobreza y a la muerte.