El conflicto en el Ministerio Público
Por: Carlos Meneses
El Ministerio Público ha sido un organismo del que nos hemos sentido contentos por su diligencia y accionar. Los procesos de investigación seguidos a muchos funcionarios públicos de administraciones anteriores han llegado al final y ahora se inician ante los tribunales para esperar justicia los que mal hicieron a la administración pública, a los recursos fiscales y aprovecharon coyuntura para enriquecerse.
Justo en ese momento, en las instancias finales aparecen elementos que antes no había y la opinión publica tiene derecho a preguntarse qué es lo que está pasando para que entre la Fiscal de la Nación y sus subalternos surjan problemas que ahora preocupan a todos.
Lo grave del caso es que fiscales que fueron bien considerados por la opinión pública ahora aparezcan como cuestionados y que lejos de la transparencia que bien merece el asunto se provoque una discusión, que defienda a unos y manche a otros, que debe ser esclarecida de inmediato para que las diligencias continúen en el nivel indispensable para permitir a los jueces hacer justicia.
Lo que no debe seguir ocurriendo es la confusión que actualmente reina y que el Ministerio Público haga el esfuerzo necesario y suficiente para volver a ganar la confianza ciudadana y todo lo que esté mal sea sancionado y si hay honras que se dañan injustamente sean reparadas por un juzgamiento sensato y ajustado a la ley.
No puede malograrse el afán hasta ahora realizado, llegando al extremo de enfrentarse unos con otros, confundiendo al ciudadano y también a la opinión pública al punto de que todos tenemos derecho a suponer que las cosas no andan por buen camino y que oscuros intereses están volviendo a actuar en favor de la impunidad.
SUMILLA
El problema en el Ministerio Público es real y existente que requiere un entendimiento interno que despejen las dudas cuando están por iniciarse los trámites judiciales que conduzcan al esclarecimiento de hechos cuestionables.