Sólo con prevención y sanción efectiva se podrá detener el avance de la rabia
Por Jorge Turpo Rivas

La rabia ya provocó la muerte de una persona en Arequipa y el riesgo de más contagios es latente. El jefe de Control de Zoonosis, Carlos Gonzales, reconoce que ninguna autoridad asume el liderazgo para iniciar una campaña de erradicación de los canes callejeros.

UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA

Si no habría perros callejeros en Arequipa, el virus de la rabia no circularía. Un virus que ya saltó a los humanos y provocó la muerte de una mujer de 54 años en el distrito de Chiguata. Bajo esa premisa conversamos con, Carlos Gonzales, jefe de Control de Zoonosis de la Gerencia Regional de Salud, quien plantea que la solución a este problema de salud pública se resume en tres puntos: liderazgo de los alcaldes, campaña de prevención intensa y sanción efectiva a quienes críen a sus canes en la calle.

La Ley Orgánica de las Municipalidades, recuerda Gonzales, establece que son los alcaldes quienes deben normar y hacer cumplir todo lo relacionado a la tenencia legal de animales y evitar que haya canes callejeros.

“Está dentro de sus funciones. Ellos son los llamados a liderar la campaña de prevención y sancionar a las personas que no hacen vacunar a su can contra la rabia o los crían en la calle”, apunta el especialista.

Sin embargo, la realidad en Arequipa demuestra que ningún alcalde se ha comprometido a liderar ese proceso. Sólo han mostrado su queja de que no tienen recursos para implementar caniles mientras los casos de rabia canina van en aumento.

Jefe de Control de Zoonosis, Carlos Gonzales.

¿CÓMO HACERLO?

Existen ejemplos reales de campañas de prevención que han tenido éxito para hacer que la población cumpla con las normas. Una de ellas es el uso de cinturón de seguridad. Hace unos años nadie lo usaba, hasta que la policía decidió emprender una campaña intensa donde se imponía papeletas preventivas y luego sanciones efectivas. Sólo así se logró que el uso del cinturón de seguridad sea una acción prácticamente natural cuando uno sube a conducir un vehículo.

Lo mismo ocurrió con la campaña de lavado de manos cuando el Perú fue afectado por la epidemia de cólera. Se logró concientizar a la población y se evitó más contagios y muertes.

“Son ejemplos muy válidos y lo mismo se tiene que hacer para el caso de la rabia, no hay otra manera. Hacer una campaña imponiendo papeletas preventivas a los dueños irresponsables de canes que los tienen en la calle y luego sancionarlos o multarlos, sólo así cortaremos la cadena de contagio”, indica Gonzales.

Hasta el momento, ningún alcalde asume ese reto. Tienen incluso el respaldo de Ordenanzas Municipales para multar a quienes crían canes en la calle, pero no aplican la norma.

¿Esperarán a que haya más muertes para recién reaccionar?

LA VACUNA

Cuando una persona es mordida no un perro, debe ir de inmediato a un centro de salud. Si es un perro conocido, se le monitorea diez días y si sobrevive a ese tiempo, sólo fue un accidente por mordedura.

Pero si es un perro desconocido o muere a los diez días, se debe sospechar que tuvo rabia y se procede a colocar a la persona las cinco dosis de la vacuna antirrábica humana.

“El virus de la rabia se reproduce en la zona de la herida o mordedura, posteriormente migra a través del sistema nervioso al cerebro y una vez que llega al cerebro ya no tiene cura, la persona muere”, explica Gonzales.

Lo que hace la vacuna es evitar que el virus llegue al cerebro. El 100% de las personas que reciben las cinco dosis se salvan.

En lo que va del año se han registrado 387 casos de rabia canina y un caso de rabia humana que terminó con la muerte de la persona.

Mientras sigamos normalizando la crianza de canes en las calles y parques, el virus se seguirá proliferando.

Los veterinarios recomiendan tres condiciones básicas para decidir criar una mascota: tener espacio (así no se le deja en la calle), tener dinero (para alimentarlo y que no busque comida en la calle) y tener tiempo (para dedicarlo al cuidado del animalito).

Se estima que en Arequipa hay al menos 300 mil perros, gran parte de ellos viviendo en la calle en jaurías y atacando a las personas.

La norma establece que, si un perro es captado en la calle debe ser llevado a un canil municipal y si nadie lo reclama en 45 días, se le debe aplicar la eutanasia. En Arequipa no se cumple esa disposición por que los alcaldes de los distritos más grandes sostienen que no tienen presupuesto para implementar un canil.

Municipios tienen la tarea de controlar que no haya perros callejeros.

El avance de la rabia canina y rabia humana es un problema de salud pública, indica Gonzales, y lo mínimo que se requiere para enfrentarlo es un compromiso real de las autoridades.

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