Disminuyen los ingresos corrientes en el Perú

Por Martín Taype – El Montonero

Queda claro que los ingresos corrientes de un país son fundamentales para que con una eficiente y eficaz gestión gubernamental la recaudación tributaria contribuya al desarrollo de una nación. Sin embargo, lamentablemente los resultados obtenidos a la fecha en nuestro país no han sido lo que hubiésemos esperado debido justamente a temas de gestión sumados a los problemas de nuestro contexto interno y al adverso contexto económico y geopolítico externo.

Recordemos brevemente algunos conceptos básicos, definimos los ingresos corrientes a aquellos que provienen de los recursos tributarios recaudados por concepto de renta, importaciones, impuesto general a las ventas, impuesto municipal, impuesto selectivo al consumo; así como de otros ingresos no tributarios por concepto de tasas, contribuciones, donaciones y recursos propios. 

Veamos la situación de los ingresos corrientes en nuestro país “En setiembre de 2023, se registró un déficit de S/ 2417 millones, mayor al del mismo mes de 2022 (-S/ 318 millones), producto de la disminución de los ingresos corrientes, atenuado parcialmente por la reducción del gasto no financiero del gobierno general. Los ingresos corrientes del gobierno general se redujeron en 13,3 por ciento interanual en setiembre de 2023, producto de la reducción de los ingresos tributarios en 14,3 por ciento. En general, se observa una menor recaudación del IGV a las importaciones y del impuesto a la renta de tercera categoría, por efecto de la desaceleración de la actividad económica. El ingreso no tributario disminuyó en 9.7%”, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), publicada en su Resumen Informativo Semanal de fecha 12 de octubre.

Los resultados presentados en la citada publicación no me sorprenden dada la desaceleración de nuestra economía en este año no solo debido al adverso ámbito económico y geopolítico externo y a los problemas de nuestro ámbito interno, o al impacto de Fenómenos naturales como el del Niño, sino también a su polémica gestión.

En el ámbito externo la desaceleración de la economía mundial definitivamente nos ha impactado negativamente, habiéndose sentido más por nuestra dependencia a las importaciones de productos esenciales, que son utilizados para nuestro agro, transporte y elaboración de productos de consumo directo, muchos de ellos pertenecientes a la canasta familiar, los cuales tuvieron una inflación global y local, situación que por efectos del Niño Global aún se mantienen y se extenderían hasta el 2024. En el ámbito geopolítico los conflictos regionales que pueden escalar a una de guerra global, también han impactado en la inflación global y local, debido a ciertas restricciones al libre comercio internacional.

En el ámbito interno, el mantenimiento e incremento de los problemas internos ya conocidos, afectan nuestra economía como son la inestabilidad política, la corrupción e inseguridad ciudadana que afectan a las empresas y por ende a nuestra economía y encima tenemos el impacto local del fenómeno del Niño Global que posiblemente cause desastres naturales afectando nuestra infraestructura, como viviendas, vías terrestres, agro y pesca, así como causar un rebrote de las enfermedades endémicas que existen en nuestro país.

Ante este contexto, el Gobierno tiene que tomar medidas para mejorar su gestión y recuperar la confianza perdida al reconocer tardíamente la recesión y dejar de minimizar la inflación, debiendo ser transparentes y no pretender “querer tapar el sol con un dedo” y conjuntamente con el sector privado atenuar la disminución de nuestros ingresos corrientes con medidas proactivas ante el adverso ámbito económico y geopolítico externo y enfrentar con estrategias técnicamente viables y constitucionales los problemas del ámbito interno, así como fomentar la formalización de los negocios y luchar contra la evasión y elusión tributaria.

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