Mal clima, desconfianza y protestas afectan la inversión privada en el país

La economía peruana atraviesa por una recesión que el mismo Ministerio de Economía y Finanzas ha reconocido finalmente. Para el crecimiento económico esperado en este año, especialistas han previsto que este sea de apenas un 0,6 %. Esta situación es agudizada por diversos factores, entre ellos y, quizá el más importante, la falta de confianza para impulsar la inversión privada y así generar más empleo.

AUMENTAN  DESEMPLEO Y LA POBREZA

Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), sostiene que detrás de esta baja tasa de crecimiento económico figuran tres factores fundamentales. El primero se relaciona con los efectos climáticos, especialmente desde marzo con la aparición del ciclón Yaku. A esto se ha sumado las fuertes lluvias en el norte del país, y otros fenómenos como las heladas en el sur y, en general, anomalías climáticas que han afectado de sobremanera a sectores como la pesca y la agricultura.

“El segundo factor son las protestas que se sintieron con mayor intensidad en enero y febrero de este 2023. Dejaron una suerte de estela de incertidumbre sobre la economía en general. El efecto más fuerte fue principalmente en enero. En febrero y marzo estuvo mucho más focalizado en la zona de Puno, y es por eso que en esta región, en la primera mitad del año.

Para el especialista, el tercer factor detrás de esta recesión es una marcada reducción de la confianza empresarial en la economía del país que se ha tenido desde abril del 2021. Esto ha conllevado a una seria depresión económica vista en la actualidad.

“Es difícil pensar que vas a tener una economía que pueda traer inversión y generar riqueza si es que la desconfianza está deprimida por tanto tiempo. Creo que eso nos ha pasado factura sobre todo en este año”, arguye.

SOLUCIONES

“Volver a crecer, volver a creer” fue el lema de CADE Ejecutivos 2023. Y, justamente, esta frase revela la clave para volver al sendero del crecimiento económico: la confianza. Diego Macera hace hincapié en que lo más importante es que el Gobierno dé señales concretas de que está dispuesto a establecer las condiciones favorables para aumentar la inversión privada.

“Esto tiene que ir más allá del MEF. Se necesita decisión al más alto nivel, de presidencia y otros ministerios claves para la reactivación: Minem, Produce, Trabajo, etc.”, subraya.

En su análisis, hay ejecuciones efectivas que se pueden priorizar. Por ejemplo, el destrabe de proyectos de irrigación que están paralizados. Menciona los casos de Chavimochic y Chinecas. Incluye a los proyectos mineros, que en el corto plazo es un sector fundamental para volver a crecer.

“La minería es por lejos la industria que más puede mover capitales, sobre todo de forma descentralizada. No hay ninguna en magnitud que se compare, pero eso lamentablemente no lo entienden todos los políticos. De cuánta diferencia se puede hacer en términos de movimiento económico”, puntualiza.

Las cifras son claras. Para la envergadura de un país como el Perú, la tasa de crecimiento anual no debe estar por debajo del 4 %. Diego Macera detalla que no hay justificación para que el crecimiento anual sea probablemente de casi a cero este año. “El próximo año probablemente estemos creciendo cerca al 2 %. Deberíamos estar creciendo más cerca al 4 %”, finaliza.

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