Huaynaputina: el porqué de su gran erupción
Por: Marco Rivera
De acuerdo con estudios científicos y relatos históricos, el 19 de febrero de 1600, el volcán Huaynaputina (Moquegua) desencadenó la que es considerada hasta la fecha como la erupción volcánica más grande en tiempos históricos en América Latina, con plumas de gases, ceniza y pómez de más de 32 km de altura sobre la cima del volcán, y la expulsión de entre 14 a 22 km3 de material volcánico que cubrió las regiones de Arequipa, Moquegua, Puno y Tacna. Más de 1500 personas fallecieron y más de 17 poblados ubicados en inmediaciones de dicho macizo fueron sepultados.
Las cenizas de la erupción viajaron a varios cientos y miles de kilómetros de distancia generando efectos en el norte de Chile y parte de Bolivia. La erupción del Huaynaputina produjo impactos en el clima global, en especial en el hemisferio norte, donde el descenso de la temperatura dio lugar a sequías en Rusia y a la disminución de la producción vinícola en Alemania.
De acuerdo con investigaciones efectuadas, la erupción del Huaynaputina tuvo un Índice de Explosividad Volcánica (IEV) de 6, en una escala de 0 a 8. ¿Cuál fue el factor desencandenante? Las investigaciones aluden al aporte de un importante volumen de magma a la cámara magmática profunda del volcán, donde previo a la erupción ya existía material magmático. Esta mezcla de magmas desencadenó la erupción explosiva.
En la actualidad, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), mediante el Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul), vigila en tiempo real y de manera permanente la actividad del Huaynaputina, el cual hoy se encuentra ‘dormido’. Los resultados de esta vigilancia nos muestran el registro esporádico de sismos en los alrededores del volcán y la emisión tenue de gases volcánicos. Las mediciones recientes de temperatura efectuadas en seis puntos fumarólicos en el cráter presentan valores de entre 78 °C y 80 °C. Huaynaputina es uno de los 16 volcanes activos y potencialmente activos del sur del país. Por ello, el IGP desarrolla estudios sobre las características y efectos de la actividad volcánica pasada, la evaluación de peligros volcánicos y el estudio de la estructura interna de los volcanes, pero también el monitoreo volcánico permanente para la emisión oportuna de alertas y boletines vulcanológicos.
Los pobladores del sur peruano debemos entender que volcanes como Huaynaputina o Misti pueden erupcionar. Si construimos nuestras viviendas o nuestros medios de vida muy cerca de ellos, seremos afectados por sus productos volcánicos.