Por: Carlos Meneses

.

“Los problemas que se confrontan hoy, provocan reclamos ciudadanos para su atención preferencial por parte del gobierno”.

Lo que más requiere el país es la atención de asuntos tales como defender la vida, dar educación a los niños y a los jóvenes, generar empleo para atender las necesidades de mayoría de peruanos angustiados por la situación económica impuesta a consecuencia de una crisis originada en la pandemia, que se agudiza por conflictos internacionales y errores cometidos por políticos del país y el extranjero.

Que se detenga un programa de vacunación por desaciertos comunicacionales o por el cambio de funcionarios que estuvieron haciendo bien las cosas para poner en su lugar a improvisados, no tiene explicación en un país de 30 millones de habitantes que debe tener entre ellos a elementos entendidos en las diversas especialidades humanas.

Si lo que se busca es el bien común y satisfacer a mayorías ciudadanas logrando el clima adecuado para fomentar la inversión, el progreso, la seguridad y luego pensar en acciones de éxito en la lucha contra la corrupción, el mejoramiento de los sistemas de administración de justicia. Esos son los grandes problemas de la República, sin desconocer aquello que significa necesarias reformas que pueden lograrse en la Constitución acudiendo a procedimientos no traumáticos como supondría el cambio de un sistema económico que hasta ahora ha tenido bondades indiscutibles, pero debe ser modernizada sin que eso signifique echar por la borda todo lo avanzado.

Las prioridades están dadas y son manifiestas. El país solo espera que quienes fueron honrados para gobernarnos cumplan con su compromiso, abandonando la incertidumbre y el desconcierto generado por ellos entre las mayorías, sin arreglar los problemas de fondo a los que hemos referido.