Patrimonio Natural del Perú, inversión para el futuro
Por: Cindy Vergel

Un almuerzo típico de domingo. Tenemos el privilegio de degustar una merluza y un lenguado, ajíes rojísimos y lúcumas de temporada. No lo vemos, pero esos insumos parten de una cadena de trazabilidad que no percibimos del todo. Muchas veces es posible obtenerlos gracias a los servicios que genera el manejo eficiente de un área natural protegida.

Piensa en Machu Picchu, el Huascarán, Manu o Paracas. Son espacios que sorprenden por su biodiversidad, por lo impresionante de la naturaleza que preservan, y por ser, justamente, Áreas Naturales Protegidas (ANP).

En términos generales, se calcula que el capital natural del Perú, que conservan las ANP, contribuye con el 13% a la riqueza total del país, más del doble del promedio mundial y más de cinco veces el promedio de los países de altos ingresos.

Además, son espacios donde cerca de 90 mil personas viven, y en sus zonas aledañas, más de 750 mil. Parte de esta población pertenece a pueblos indígenas amazónicos de Junín, Cusco, Madre de Dios, Ucayali y Loreto. Se estima que unos tres millones de hectáreas de territorios de pueblos indígenas se encuentran en el ámbito de las ANP.

A pesar de su evidente valor son ecosistemas vulnerables por la minería y la tala ilegal, la concesión de derechos a industrias extractivas que causan la deforestación, la introducción de especies exóticas invasoras, nuevas enfermedades que saltan de especies silvestres al humano y viceversa, y los impactos negativos del cambio climático. Estas amenazas imponen costos elevados para que estos espacios se gestionen de manera adecuada, por tanto, el reto de generar condiciones, capacidades e institucionalidad para que se mantengan conservando, es un desafío de sostenibilidad.

Como respuesta a esta necesidad de protección ambiental, nace Patrimonio Natural del Perú, una iniciativa clave que trabaja con un enfoque traído del mundo financiero llamado PFP (Project Finance for Permanence) al de la conservación de la naturaleza. De esta manera se aborda la poca o escasa financiación destinada a la gestión de áreas de conservación, un problema frecuente para la comunidad conservacionista.

Por ello, se trata de reemplazar el enfoque de corto plazo por una planificación conjunta con todos los actores de interés y a largo plazo. El PFP es un enfoque holístico que une metas ecológicas, sociales, financieras y organizacionales para la conservación en un solo acuerdo único, en vez de hacerlo por partes.

A fines de mayo celebramos el tercer aniversario desde el lanzamiento de la implementación de Patrimonio Natural del Perú (PdP) en su fase 1 para las ANP Amazónicas.

Reconocer, proteger y fortalecer la gestión de nuestras Áreas Naturales es la mejor inversión para nuestro presente y futuro. Por tal motivo, desde Profonanpe y Sernanp reafirmamos nuestro propósito de promover la sostenibilidad al conectarla humanidad con el medio ambiente e impulsar la iniciativa Patrimonio Natural del Perú.

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