Por: Carlos Meneses
“Caylloma es una atractivo turístico de Arequipa que no debe descuidarse de ninguna manera”.
Cuando la tierra tembló en la provincia de Caylloma, hace casi medio año, los daños materiales fueron significativamente importantes. No se perdieron vidas, pero si se dañaron viviendas, terrenos de cultivo y se esperaba una adecuada respuesta del gobierno regional y del poder central.
Se enviaron grupos de auxilio que hicieron evaluaciones, dieron consejos. La respuesta fue construir casas de madera con techos de calamina, insuficientes para el clima propio de esta estación por lo que Caylloma está indignada y espera una ayuda real de quienes han hecho poco o nada.
Lo peor de todo esto, es la reacción producida por los descuidados que han creado un frente de defensa que lejos de procurar soluciones posibles han dedicado su tiempo a pedirle a Arequipa que no se haga Majes o que se haga de una manera tal que ellos sean beneficiados con el tercio del total de las tierras por irrigarse y repartirlas a la manera de los antiguos minifundios que no son rentables mucho menos generan riqueza suficiente y adecuada para las decenas de miles de arequipeños que esperan trabajo que les permita auto sostenerse.
Aquí hay que señalar a los culpables, respaldando los hechos que son evidentes, no se pueden poner carpas donde el frío el intolerable y la única solución que están adoptando las víctimas es volver a las casas a punto de caerse para alojarse en ellas a riesgo de perder la vida.
Hagamos en Caylloma un gran esfuerzo por atender a los más necesitados, aquellos que claman por una mano que les extienda Lima y Arequipa para satisfacer lo elemental.