YO MUERO, PERO MI OBRA NO MORIRÁ.
Por: Por Julio Lopera Quintanilla

Una interesante exposición de fotografía que tiene como tema las misiones de las hermanas combonianas es un testimonio del amor a Dios de las religiosas que tanto se sacrifican en su dura tarea de anunciar el evangelio.

Por medio de estas fotografías las religiosas quieren expresar su agradecimiento a Dios por la misión recibida de manos de Jesús resucitado y también agradecerle por la vocación recibida.

Estas llamativas imágenes están impregnadas de historia, de cultura y de esperanza. La congregación que fundó el padre Daniel Comboni está integrada por religiosas que ayudan a pueblos numerosos y generan vida en abundancia.

Luigia Coccia Madre General de la Congregación refiriéndose al martirio de la hermana María de Coppi expresa “Como misioneras no nos echamos atrás, no tenemos miedo y nos unimos al dolor de todos los que han padecido y padecen por la violencia terrorista. En estos momentos estamos especialmente agradecidos por habernos mostrado con que sentimientos vivir como cristianos, como misioneros de una forma que haga evidente su misericordia hacia los culpables y su solidaridad para con las personas sencillas y de buen corazón de la misión, víctimas cada día en silencio y lejos de los focos de los medios de comunicación”

La congregación comboniana fue fundada por monseñor Daniel Comboni natural de Brescia, Italia quien se desempeñó como Obispo de África Central y fue llamado Padre del África. Monseñor Comboni fue canonizado por el Papa Juan Pablo II el 5 de octubre de 2003.

La congregación Comboniana cuenta con varias santas mártires como las reverendas madres Liliana Rivetta, Teresa Delle Pezze, y Maria de Coppi quienes fueron marcadas por la mística del martirio y selladas por la cruz de Cristo.

Esas imágenes hablan del duro trabajo de las misioneras combonianas y buscan reflejar en imágenes la historia que viven cada día las misioneras.

La madre Rosmary Apaza Herrera es amante del arte y de la fotografía, en esta ocasión nos regala “Yo muero pero mi obra no morirá” una muestra de fotografía que nos cuenta historias que son un testimonio de vida ejemplar.

Rosmary Apaza Herrera ha sido directora de programas para una radio rural que apoya a las ONG en su tarea de ayudar a los pobladores para que puedan hacer sus proyectos de desarrollo del mundo campesino en Chat Doba, África. La madre Rosmary Se desempeña en la pastoral social de Pueblo Libre en Lima.

En estos días tuve la grata oportunidad de conversar con la madre Rosmary Apaza Herrera. Va la conversación.

¿Dónde aprendió usted el arte de la fotografía?

Observando la vida, contemplando realidades que expresan nuestra esencia, haciendo comunión con ellas, fui aprendiendo que atrapar la vida en una foto hace que un instante se mantenga en el tiempo, sin envejecer, sin pasar de moda y permite que quien lo vea sea fascinado por la luz de su realidad.

¿Cómo nació en usted la vocación por el arte de la fotografía?

En mis momentos de quietud recordaba los momentos y situaciones que que se hacían más importantes al volver a mirarlos, algo así como atrapar el instante en la fotografía.

¿Para usted que es lo que más inspira a un fotógrafo?

La realidad, nos trasmite verdades, en todo ser humano se encuentra la belleza de la verdad, esa realidad cotidiana que es la esencia de toda la vida, de todas las historias.

¿Qué perfil debe tener en su opinión un artista de la fotografía?

Bueno, soy misionera, me gusta el arte en todas sus formas, escribo canciones desde mis 15 años. En mi humilde concepto considero que el perfil de un artista de la fotografía, debe ser el de una persona apasionada por la vida, apasionada por todo lo que la vida trasmite, alegrías, emociones, amor, belleza, verdad.

Un artista de la fotografía debe ser una persona creativa y con capacidad de comunicar que sepa captar el momento que se busca perpetuar, que sepa captar el instante, que sepa captar los momentos que se perpetúan y comunican.

El artista de la fotografía debe ser humilde y flexible, perseverante y altruista y esencialmente contemplativo. El fotógrafo es aquel que contempla la realidad para recrearla con la imagen.

¿Cómo se fundó la congregación de las misioneras combonianas?

Nuestra congregación fue fundada como respuesta a una necesidad concreta, evangelizar en tierras africanas. San Daniel Comboni, llamado padre de los africanos inicio su misión en Sudan en 1857. El padre Comboni asoció a la mujer en su plan misionero de salvar África, considero que la participación de la mujer en la misión era indispensable. Yo he visto muchas muertes, muchos problemas en la misión, los religiosos y los laicos del mundo musulmán tienen muchos impedimentos para tratar con las mujeres. Comboni sabía que la mujer es esencialmente educadora en el núcleo familiar. Así es como funda nuestra congregación “Pie madri della Nigrizia” piadosas madres de África, hoy conocidas como combonianas.

¿En qué consiste la formación misionera? ¿Qué etapas tiene? ¿Cuántos años dura?

El objetivo educativo es formar para la misión, iniciar una fe profunda en Jesucristo promoviendo, los valores.

Tiene 3 fases formativas:

Orientación vocacional, comienza con la etapa del aspirantado, consta de un período de dos años, se centra en la formación de la fe cristiana, en el conocimiento del fundador, en el conocimiento de la congregación y la historia de la congregación y se centra también en la profundización de la formación humana iniciando a las aspirantes para que vivan relaciones multiculturales.

El noviciado, formación de dos años, es un periodo en el que las novicias comienzan a tener una experiencia muy rica en relaciones interculturales , un aspecto muy importante en nuestro carisma comboniano. El noviciado es un tiempo de disposición y mucha dedicación para asimilar experiencias y conocimientos, profundizando la relación con Dios para preparar el camino a la primera profesión de votos. El acompañamiento a la novicia es fundamental para que pueda encontrarse con Cristo en libertad y responsabilidad.

¿Cómo reconocen las religiosas formadoras en las novicias la verdadera vocación religiosa y la verdadera vocación para la misión?

En la vocación religiosa y misionera, es Dios el que llama y da fuerza para responder a esa vocación. La formadora ayuda a ese proceso y apoya en el discernimiento, descubre sus capacidades a través de su vida de oración, de su vida comunitaria y de su amor a los más pobres y abandonados para así poder consagrarse enteramente para la misión Ad Gentes -predicar el evangelio y hacer nacer la iglesia entre los pueblos que aún no conocen a Dios.

DATO

La Madre Rosmary nos regala “Yo muero, pero mi obra no morirá”, una muestra de fotografía de las religiosas combonianas que dará mucho que hablar. El Centro Cultural UNSA ofrece esta exposición en el horario es de lunes a viernes, de 10: 30 am a 12: 45 pm y de 2:00 pm a 5: 45 pm. Todos están invitados.

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