Por: Carlos Meneses

“La tarea de hacer Perú es una cosa nueva para todos aquellos que suponen que la crisis debe ser superada por gente de buena voluntad”.

Estamos lejos de suponer que el gobierno del presidente Castillo pueda hacer algo en ayuda de las obras inconclusas que se observan en número de cientos en todo el país. En consecuencia, la reunión, recientemente realizada y convocada por el régimen del primer mandatario, no tendrá otro objetivo que el de reconocer el mérito y el esfuerzo de quienes han trabajado en favor de las provincias de todo el país. En cambio, en Arequipa hemos llegado a extremos de desastre en el gobierno regional y en el quehacer municipal.

Asimismo, dentro de un propósito de enmendar plana que debe incluir las conversaciones que se deriven de la llegada de una misión de la OEA al Perú y de un diálogo que debe ser lo más amplio posible para que todos los sectores nacionales se involucren y se refuercen los afanes descentralistas, se potencien los quehaceres que devolverán al país a la senda del desarrollo y el empleo.

Por eso no queremos que se restringa el tema a lo político y suponemos que debe reactivarse el Consejo de Estado, dinamizarse la labor del parlamento y acelerarse la acción del gobierno central para que todos nos unamos con el objetivo de devolver al Perú a un clima de relativa normalidad luego de dos años de pandemia y de una crisis global que afecta también a la Nación.

El empeño tiene que lograrse con el concurso de las nuevas autoridades, de las que ya fueron es mejor ni hablar. Corresponde nuevo tiempo, renovadas ilusiones y esperanzas. Para eso se necesita la concurrencia de universidades y profesionales, de todo aquel que pueda aportar a salvar al país que confronta delicada situación. En ese afán la prensa deberá jugar un papel importante, al que no renunciaremos.