Doomscrolling: ¿Qué es y cómo afecta a la salud mental?

–Redacción Diario El Pueblo–

El “doomscrolling” es un término relativamente nuevo y para comprender su origen debemos remontarnos a inicios del 2020. En aquel entonces, el término “scrolling» ya hacía referencia a la tendencia de navegar durante horas a través de los dispositivos móviles, principalmente en redes sociales. En marzo de 2020, con la llegada de la pandemia se agudizó esta situación, debido a que las personas querían estar informadas.

“En los primeros meses, se encontraba, mayormente, noticias negativas y/o falsas, generando mayor estrés y ansiedad en las personas”, explica Alex Gonzales Asencio, coordinador académico de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP). Sin embargo, los últimos estudios de los efectos de la pandemia muestran que las personas terminaron normalizando estas noticias y pasaban más tiempo, incluso horas, buscando información negativa en sus dispositivos. A esta práctica se le denomina doomscrolling.

Un estudio publicado el año pasado en la revista Psychological Trauma de la Asociación Americana de Psicología (APA), desarrollado por un equipo de la Universidad de Vermont, encontró relación entre el consumo de malas noticias con el aumento en los niveles de depresión, estrés e incluso síntomas de trastorno por estrés postraumático. Por ello, es importante identificar si nos encontramos ante una adicción, ser consciente de ello y tomar las medidas necesarias para cambiarlo. En este sentido, Gonzales brinda las siguientes recomendaciones:

Analizar la necesidad que se tiene de revisar información en internet.  Las redes sociales hoy nos mantienen al tanto no solo de los acontecimientos en nuestra ciudad o país, sino también de las actividades que realizan nuestros familiares y amigos. Sin embargo, debemos identificar si es necesario tener toda esta información las 24 horas del día.

Controlar el uso de los dispositivos. Los dispositivos móviles son cada vez más necesarios en las familias peruanas. Por ello, es necesario establecer normas de uso y tiempos de actividad en el caso de niños y adolescentes. De igual manera, los adultos pueden establecer un espacio para la lectura de noticias.

Desconectarse por un momento. Hoy la tecnología abarca una gran parte de nuestras vidas: en las tareas del hogar, en la comunicación con la familia y en el trabajo. En este caso podemos determinar un día, hora o momentos libres de dispositivos.  Es quizá una de las recomendaciones más difíciles de incorporar, pero podemos iniciar desactivando las notificaciones y alarmas.

El coordinador académico de Ciencias de la Salud explica que “las consecuencias de esta actividad dependerá de cada individuo y el tiempo de exposición diaria. Por supuesto, en la mayoría de los casos, esta se realiza hasta altas horas de la noche, generando problemas en el sueño. Al día siguiente, la persona podrá tener síntomas de agotamiento, irritabilidad y, de continuar por más días o meses, desarrollará trastornos del sueño”.

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