ENTREVISTA: JOSÉ BETETA, PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE CONTRIBUYENTES
Por: Dany La Torre

La crisis del país persistirá en tanto no se diluciden señales de estabilidad política. La situación económica no ha mejorado como se esperaba para este 2023, por lo que mínimamente se requiere sensatez en la clase política al momento de elegir sobre el adelanto de elecciones generales, asegura el analista político, José Ignacio Beteta, presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú.

“Vivimos en un país sin integración, donde cada peruano hace lo que puede”

El dirigente asegura que, para lograr una adecuada recuperación del Perú, se debe garantizar estabilidad en el gobierno de Boluarte durante al menos 18 meses. En ese tiempo, aseguró, la mandataria debe adoptar una función descentralizada y propiciar el desarrollo económico, principalmente de las regiones en conflicto social. Igualmente, detalló que el ciudadano peruano debe reflexionar en esta coyuntura, puesto que nos espera, tarde o temprano, la oportunidad de volver a elegir a los representantes del Ejecutivo y el Legislativo.

Según Datum, el 84% de la población pide que haya un adelanto de elecciones generales, pero el Congreso viene dilatando este proceso, ¿qué nos espera como país en esta coyuntura?

Este aspecto lo debo analizar como presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú. Nosotros nos preocupamos cómo se usa el dinero de los contribuyentes, la plata que se usa en el Estado, los impuestos que nos ponen a los negocios y a las empresas. Entonces desde esa lógica, debo decir que, en este momento, lo que necesita el Perú es estabilidad. Precisamente esta estabilidad no se genera con cambios de Congreso, presidente o ministros. Por el contrario, se necesita un sólo presidente, gabinete y Congreso, entonces, políticamente, la población está descontenta desde hace 108 años con los políticos, no está descontenta con este Congreso ni con la presidenta. Cambiar de presidente o Congreso cada seis meses, cada año o cada medio, es absolutamente negativo para la estabilidad del país y para la economía. Lo primero que tenemos que pensar es qué es lo que quieren y qué es lo que necesitan los peruanos. Una cosa es diferente de la otra. Entonces el Perú quiere cambio de políticos y mejores cuadros, todo eso es comprensible. El Perú está molesto con la presidenta Dina Boluarte, por los fallecidos, están molestos con Castillo y con los congresistas que no los representan bien, pero, lamentablemente, esas son las personas por las cuales el pueblo votó y hoy día, cambiar de presidente y Congreso, es decir, apurar un adelanto de elecciones, no es lo que el Perú necesita.

También debo decir que en el Congreso hay dos posiciones irreconciliables, la izquierda no quiere adelanto sin Asamblea Constituyente y la derecha quiere el adelanto sin ese condicionamiento, entonces no van a votar por una fórmula, no se ponen de acuerdo, hay posiciones que no se reconcilian.

En todo caso, ¿considera usted que la presidenta debe quedarse a gobernar hasta el año 2026?

Yo no sé si deba quedarse hasta el 2026, pero yo sí me daría un plazo de un año a un año y medio, unos dieciocho meses de estabilidad. Por lo menos, sí dejaría que la presidenta, su gabinete y el Congreso, trabajen por el desarrollo económico, la reactivación económica y el trabajo. Nos hemos malacostumbrado a tener una informalidad, ganar del día a día, a que siempre estemos ajustados, que nos tengamos que contentar con que nuestros hijos vayan a un colegio de un nivel que no es el adecuado. El sistema de Salud es un desastre. Nos hemos acostumbrado y resignado a vivir en un país mediocre, entonces, ¿Cómo se combate esa mediocridad, los servicios que son malísimos, la falta de trabajo e inversión?, se combate con un poco de estabilidad que permita a las empresas invertir, que los ministerios funcionen y que los gobiernos regionales hagan su trabajo. Eso se logra con un periodo largo de estabilidad de 18 a 20 meses. Yo apostaría a que, sí existe un adelanto de elecciones a fines del 2024 o 2025, ‘se calmarían las aguas’. Creo que sí debe haber adelanto de elecciones, pero antes debe haber estabilidad estos dos años. En la historia del Perú, esto ya había ocurrido, antes del primer gobierno de Belaúnde Terry, en 1963, hubo la Junta Militar de Vivanco, esa junta duró dos o tres años. Lo mismo pasó con Sánchez Cerro o Benavides en los años 30, hubo un periodo de Junta Militar antes de convocar a elecciones. Es bueno tener esa estabilidad de 2 años para trabajar y volver a generar proyectos.

Precisamente, ¿la presidenta Boluarte está cumpliendo con las expectativas de un Gobierno de transición?

Por un lado, hay una de cal y otra de arena, hay buenas y malas cosas. Evidentemente la estrategia en regiones para manejar los conflictos ha ido mejorando, pero ha sido muy mala (en un principio). La presidenta ha abandonado Puno y Cusco, desde el primer día de protestas ella debió salir a hablar con las regiones. Entonces la estrategia de contención de diálogo con las autoridades y las bases sociales de la presidenta Dina Boluarte, ha dejado mucho que desear, ahora están haciendo otra estrategia, el Ejército, los militares, están haciendo obras, campañas y poniéndose del lado de la ciudadanía, son muy inteligentes, pero ahí hay un problema, una conflictividad social que no se ha sabido manejar. En el sentido de reactivación económica y desarrollo de proyectos y el trabajo de los ministerios, la presidenta ha dejado que las cosas funcionen, puso a un gabinete de técnicos, gente que conoce el Estado, no optó por gabinetes ideológicos de izquierda o derecha, su gabinete es muy técnico, de funcionarios que ya trabajan en el Estado, eso es algo muy positivo. ¿Eso es un gobierno de transición?, creo que la presidenta está gobernando para el día a día. Yo no creo que ella tenga claro si es un gobierno de transición, si se quiere quedar o si se va mañana. Creo que la «pobre» presidenta Boluarte, va un poco con el día, va viendo cómo hace, qué pasa y toma decisiones asesorada de forma muy coyuntural. En este país todo puede pasar.

Es un gobierno de incertidumbre…

Por supuesto, qué certidumbre podría tener Dina Boluarte, la única certidumbre que ella podría tener es que las protestas ya bajaron, Puno es un lugar donde hay que poner toda nuestra preocupación para que la paz llegue y la población vuelva a retomar sus actividades económicas, hay que hacer cosas a largo plazo, hay que gastar dinero e invertir en Puno. Necesitamos una zona franca libre de impuestos para que se sincere el tema de contrabando e informalidad, hay que darles muchas oportunidades de negocio a los puneños en los siguientes 20 años porque si algo nos ha demostrado esta crisis es que, en varias regiones del sur, no se sienten parte del Estado peruano. Sin embargo, la verdad es que las 24 regiones del Perú, ahora están en paz, están trabajando, no están pensando en violencia o en protestas en marcha, esa es una certidumbre. Por otro lado, ante un Congreso que no se pone de acuerdo, todo indica que la presidenta Boluarte va a tener muchos meses más para gobernar.

¿El descontento social va más por el Congreso que por el Ejecutivo?

Lo que pasa es que el Congreso es como un espejo y a veces a nadie le gusta mirarse en el espejo porque vemos nuestros defectos, entonces nunca nos va a gustar el Congreso, es una tendencia global en muchos países desarrollados, la población no está entendiendo que el Congreso es el reflejo de todos los peruanos. Ahí están congresistas ayacuchanos, puneños, arequipeños, trujillanos, cajamarquinos, entre otros. Ahí está el Perú, pero no nos gusta ver el Congreso, votamos por los congresistas, pero luego nos quejamos de ellos como si fueran unos apestados, pero nosotros los pusimos ahí. Hay que ser bien realistas y responsables. Además, es mucho más fácil «pegarle» al Congreso porque son 130 individuos y cada uno es capaz de decir tonterías todos los días y presentar proyectos de ley que son malísimos. En tanto, el poder Ejecutivo es vertical, nadie hace nada si es que el presidente o el ministro no lo dice. Tienen todo el presupuesto organizado, ejecutan ese presupuesto y, aun así, teniendo tanta plata, la verticalidad más ordenada, el presidente no ha tenido ni el 30% (de aprobación) en los últimos 5 a 7 años. Sin embargo, si la gente supiera que toda la plata se maneja en el Ejecutivo, los ministerios, los gobiernos regionales y municipalidades, que ahí está la corrupción y los ladrones, te aseguro que no le darían tantos reflectores al Congreso, que es un entidad plural y caótica, son muchos individuos y cada uno puede cometer errores todos los días.

En ese sentido, ¿cree usted que el ciudadano peruano es irresponsable al momento de votar?

Hay que dar dos pasos más atrás. Lo primero es que al peruano no le interesa la política. En nuestro país, donde hay el 80% de informalidad, llegando al 90% en Puno, 87% en Cusco y niveles muy altos en regiones, la gente vive del día a día, viven de su pequeño comercio, de su bodega o su negocio ambulante. Entonces cuando alguien vive así, no tiene tiempo para estar pensando en democracia, en instituciones, regulación, leyes o normas, están sobreviviendo. El debate político en el Perú es una burbuja, yo alguna vez medí la estadística y sé que 1 o 2 de cada 100 peruanos consumen política, eso para empezar. Lo segundo es el cuestionamiento que se hace la población: para qué participo en política, si pago impuestos y el Estado no me da nada a cambio. Entonces tienes una clase formal, trabajadora y de empresarios emprendedores que pagan impuestos, pero tienen que pagar el colegio privado, el seguro de la clínica, tienen que tener un carro o usar servicios de taxi porque el servicio de transporte público es ineficiente y son víctimas de la delincuencia. Entonces, nadie, ni el informal para sobrevivir ni el formal, ninguno de los dos tiene un incentivo para preocuparse por la política. Por eso cuando van a votar, lo hacen con flojera y prefieren hacer otras actividades el día de elecciones para que sólo de concentren en el ‘show que es el flash electoral’, pero sí salió ‘fulanito o menganito’, no les importa porque ya saben que es un corrupto e igual van robar. Es decir, vivimos en un país sin integración, donde cada uno de los peruanos «baila con su pañuelo», sobrevive y hace lo que puede.

En todo caso, ¿cuál es la principal salida a la crisis en el país?

Creo que ahora toca esperar. La población tiene que entender con sensatez, sin frases impulsivas, sin discusiones de cantina, que ahora necesitamos paz, nos tienen que dejar trabajar y hacer empresa, ‘tenemos que chambear’, tiene que haber inversiones, proyectos, obras y para que eso ocurra, no debe haber adelanto de elecciones ni cambio de nada en los siguientes 16 o 18 meses. Esa es la solución, tenemos que esperar y tener paciencia. La gente tiene que entender que Dina Boluarte es la vicepresidenta de Castillo, la gente votó por Castillo, entonces ésta es la presidenta que tocaba en el turno del poder, mientras haya más estabilidad, mejor. Estoy de acuerdo con que haya adelanto de elecciones, pero yo igual plantearía que sea en abril del 2025 o para fines del 2024, le daría un par de años a este gobierno, a este gabinete y este Congreso y participaría en las regiones con muchas obras, con mucho desarrollo, generando proyecto, generando trabajo, en Cusco, en Puno, Moquegua, Apurímac y Cajamarca para que veamos que el gobierno está poniendo de su parte.

Desde la Asociación de Contribuyentes del Perú, ¿cuál es el pedido que le hacen directamente a la señora Boluarte, considerando que se requiere una mayor estabilidad económica?

Mi pedido es muy sencillo, en el caso de los gobiernos regionales de Arequipa y Puno, yo viajo y trabajo en estas regiones hace muchos años, hay que usar la plata en la gente, ejecutar en servicios públicos, obras e infraestructura, para eso está la plata de los contribuyentes, canon minero y regalías de las mineras, hay que usar la plata en los servicios públicos, para agua para que los colegios mejoren y para la salud. Los gobernadores regionales tienen el 40% a 45% de todo el presupuesto del Estado, es un montón de plata. Entonces que usen su plata y la ejecuten en servicios públicos. Es fácil gastar en su planilla, en el sueldo de los trabajadores o la consultoría, todo eso forma parte del gasto corriente del Estado y siempre lo gastan al 99%, siempre reciben sus sueldos, pero, ¿desarrollan proyectos de agua, luz, descolmatación de ríos, proyectos de construcción?, esa plata no la usan. Hay que usar los presupuestos para mejorar los servicios públicos, al Estado peruano no le falta plata, tenemos un montón de plata. Por otro lado, a la señora Boluarte le pedimos que salga a las regiones, tiene que gobernar, sólo se queda en Palacio de Gobierno, está en Lima quedándose calladita, mientras Otárola está manejando toda la parte de los conflictos, de la seguridad, sus ministros trabajan en sus áreas, hacen lo que pueden, tenemos una presidenta que parece que no gobierna y no quiere salir a las regiones, parece que tiene miedo. El Perú, hoy más que nunca necesita una presidenta que salga al campo, que se vaya a Madre de Dios, Loreto, Ucayali, Puno, Cajamarca y Cusco, que se vaya a hablar con la gente, eso es lo que necesitamos.

Por otro lado, desde diciembre del año pasado ha habido protestas que causaron una crisis económica, ¿cuántas empresas han llegado a quebrar?

Varía mucho en cada región, pero algunas de las más afectadas son Puno, donde en los últimos dos meses se han perdido más de 450 millones de soles. Solamente por cancelar la fiesta de la Virgen de la Candelaria, se perdieron 230 millones de soles. Con esa cifra se podrían construir 20 hospitales. Es un montón de plata, en Cusco, se calcula que el 75% de todas empresas turísticas que había han quebrado, miles de personas han perdido su empleo, en Puno también. El daño económico por las protestas y bloqueos son tremendos y no consiguen nada. Es evidente que la gente puede estar indignada o molesta, pero bloqueando a su propia gente, sus paisanos y sus vecinos, no consiguen nada bueno, al contrario, se están autodestruyendo.

DATO

En medio de esta crisis, ¿los empresarios necesitan algunas medidas tributarias más flexibles?

Lo que pasa el problema con la Sunat, mientras más plata te pueda exprimir, más plata te exprime. Las empresas formales tienen problemas para invertir por los mismos bloqueos y protestas. Las empresas mineras, por ejemplo, tienen muchos problemas. Los corredores mineros de Apurímac, Arequipa y Puno son afectados. También han tratado de tomar Camisea en Cusco, es evidente que la Sunat y el Ministerio de Economía y Finanzas deberían aligerar la carga tributaria, sobre todo para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Estas empresas son las que más sufren, las grandes finalmente aguantan, pero las pequeñas y mediana sí podrían tener más exoneraciones, beneficios tributarios y algunas postergaciones de algunos pagos. En el Perú, del 100% de empresas, el 95% son micro y pequeñas empresas, el otro 3% son empresas medianas y un 1% son empresas grandes que tampoco son tan grandes porque la economía peruana no es tan grande como uno piensa, pero el 95% de las empresas son mipymes, es decir, hay 2.3 millones de micro y pequeñas empresas. De esa cifra, se calcula que el 83% son informales. Es decir, 8 de cada 10 empresas son informales y no pagan impuestos.

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