Minem asegura que problemática de GLP en Arequipa está solucionada

Pese a las aún frecuentes colas en los grifos debido a la escasez de Gas Licuado de Petróleo (GLP), el titular del Ministerio de Energía y Minas, Óscar Vera Gargurevich aseguró que la situación ya está solucionada y que las extensas colas en algunas estaciones de abastecimiento se deben a que «seguramente ofertan el combustible más barato». La aparente desconexión del ministro con la realidad del sur del Perú es preocupante, pues hace aún más evidente el abandono que atraviesa la industria energética en Arequipa y diversas regiones sureñas. 

«Una limitación que tenemos es la cantidad de cisternas que puede despachar la planta productora. Sabemos que tenemos que jugar con el mal tiempo, pero eso es ajeno a nosotros. Se tiene un programa de abastecimiento con naves para garantizar el suministro de gas. En Arequipa debe estar normalizándose en este momento. De pronto las colas vienen porque algún grifo vende más barato que otros y es lógico que cada uno busque su comodidad», sostuvo Vera Gargurevich. 

Para diversos especialistas, nuestra región experimenta situaciones adversas –como desabastecimientos y encarecimientos– debido al abandono en el que se encuentra la industria energética en el sur del país. Situación que se refleja principalmente en el alto costo del GLP en las regiones del sur, en contraste con los precios de la capital y la costa del país. Pues en Lima un balón de gas doméstico cuesta entre S/25 y S/35. Mientras que en el sur se oferta por encima de los S/40.

Otra problemática que atraviesa el sur es la aún inconclusa masificación del gas natural domiciliario, anhelo eternamente postergado y que, pese a los años, continúa sin efectuarse proyectos u obras vigentes en esta parte del país. Asimismo, debido al costo de importación, la población de Arequipa se ve orillada a viajar a la capital para abastecerse a gran escala, lo que genera mayores gastos. Esta situación desventajosa para Arequipa deja en evidencia el centralismo en el que aún estamos inmersos. 

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