Quitémonos La Venda
Por: Javier Álvarez
La ceguera ante la violencia sexual contra niños y niñas ni soluciona ni hace del Perú un país seguro para la infancia. Por eso, en el marco del Día Mundial de la Infancia, Unicef lanzó la campaña #QuitémonosLaVenda, para llamar la atención sobre uno de los pendientes más urgentes de la agenda política y social del país: la erradicación de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes.
De todas las formas de violencia contra la infancia –económica, psicológica o física–, la violencia sexual es la más reportada, según el Centro de Emergencia Mujer (CEM) y el Ministerio de la Mujer (Mimp). Para ser exactos 74,413 casos entre el 2017 el y 2022, y entre todas las formas de violencia sexual, es la violación la que destaca con un promedio de 22 niños y niñas violados por día. La mayoría de las víctimas son mujeres adolescentes. Urge quitarse la venda, ver la dimensión del problema y reconocer a las víctimas.
Cuando lo hacemos, vemos otro problema: en 93% de los casos la persona agresora es alguien que la víctima conoce. Solo en 7% de casos se trata de un desconocido. Estos casos son solo la punta del iceberg, pues muchos quedan sin reportarse por temor, vergüenza, arreglos entre el agresor y la familia o porque no hay dónde denunciar. Pero hay señales de luz: en el Perú ya el 100% de provincias cuentan con CEM, donde familias y víctimas pueden acudir en busca de justicia y restitución.
#QuitémonosLaVenda es un llamado a la acción que hacemos junto con Latina para que familias y escuelas cumplan su rol de proteger a la niñez y adolescencia de los depredadores sexuales; un llamado a que todos alcemos la voz, señalemos a los agresores, cuidemos de las víctimas y nos convenzamos de que un problema no deja de existir porque no lo queremos ver.
Es momento de reconocer la violencia sexual como un problema social. El impacto que tiene en la salud física y mental, así como en la educación y el cumplimiento del proyecto de vida de chicas y chicos está pasándole factura al país. Según un estimado de Naciones Unidas, la violencia contra mujeres adolescentes representa una pérdida de productividad de 3.7% en el PIB. Solo en el 2022 esto significó una pérdida de 22 082 millones de soles.
En esa ruta está Unicef, apoyando la articulación entre escuela y servicios de salud para la prevención, detección y atención oportuna de todo tipo de violencia; trabajando con los servidores públicos para que sepan cómo y dónde buscar ayuda ante una niña que haya sido violada, diciéndole a las y los adolescentes y sus familias que no callen; y haciendo visible el daño, muchas veces irreparable, de este crimen en el desarrollo personal de cada víctima.
Si queremos que en el reino de los ciegos el tuerto deje de ser el rey y poner bajo el foco un problema que no nos puede dejar indiferentes, Quitémonos la venda.