¿DEJAS QUE TU GATO SALGA SOLO A LA CALLE?
Por Gerardo Berdejo.

Presidente de la Asociación de defensa de los derechos animales, Proyecto Libertad. La nostálgica idea del “gato techero” quizás esté en la mente de todas aquellas personas que, teniendo un gato en casa, dejan que salga a pasear solo, porque “esa es su naturaleza”.

No sabría decir desde cuando existen los gatos techeros en Perú, pero cuando yo era niño en los años 80´s, era muy normal verlos sobre todo en las tardes, casi anocheciendo. Más tarde ya no los podía ver porque me acostaba temprano; sin embargo, recuerdo una vez que me asusté mucho porque escuché un llanto terrible a lo lejos y pensé que era un bebé que sufría. Fue mi madre la que me dijo que eran los gatos los que hacían esos sonidos de lamento. Para ser más específicos, eran las gatas en celo.

Esos eran los años donde todo el mundo decía que los gatos no eran cariñosos, que eran muy independientes o que eran huraños. El gato era una compañía ausente en la familia a la que casi nunca se le daba de comer en casa, de hecho, no existían los alimentos balanceados para gatos o perros. Para eso tenían la calle, para buscar entre la basura algo de comer o cazar uno que otro roedor, ave o insecto.

En aquella época, las ciudades recién crecían, los edificios altos eran cosa rara. La gente vivía en casas y nadie hablaba de gatos sin hogar, de esterilizar ni mucho menos de adoptar.

Por otro lado, como la cantidad de gatos era pequeña, al menos yo que viví en cinco casas hasta antes de cumplir los quince años, nunca vi un gato abandonado, atropellado, desnutrido o enfermo. A todos se les veía sanos en todos los barrios donde viví.

Hoy todo eso ha cambiado. Ahora sabemos que los gatos son muy cariñosos, que quieren tu compañía, se les compra regalos, se les celebra el cumpleaños, comen alimento balanceado de marca, tienen un plato de comida y otro para el agua, usan un arenero; y se les puede ver en miles de cuentas de Instagram con memes y videos divertidos, entre otros. En definitiva, son parte de la familia y son los engreídos de la casa. Y como hay más preocupación por ellos, cuando uno se pierde, hay tristeza y se crea toda una campaña para buscarlos. Ahora hay organizaciones de voluntarios que encuentran gatos en la calle y les buscan un nuevo hogar. Por desgracia, hoy son millones de gatos sin hogar que viven la más miserable de las vidas y los rescatistas no se dan abasto, al tiempo que todos los albergues están más que colapsados.

Todos los días decenas de gatos con o sin hogar mueren por atropellos. La sobrepoblación lleva a la desnutrición, y la desnutrición los lleva a contraer diversas enfermedades, lo cual genera un problema de salud pública que afecta también a los seres humanos. Por eso hoy se habla de esterilizar, de adoptar y de prohibir la venta de estos animales.

A eso hay que sumarle que las personas viven más en departamentos, las ciudades han crecido mucho y mal, la cantidad de vehículos en las calles es demencial, sin contar el ruido que hacen; y la cantidad de conductores imprudentes es casi del 100%. Todo ese caos citadino ha generado que exista mucho estrés en las personas, con lo cual hoy hay más violencia, más agresividad…la gente está más intolerante y más irritable.

Como decía, toda esa cultura nostálgica de los 80´s ha cambiado, pero por alguna razón extraña, tanto las personas que han adoptado gatos como los que los compran, dejan aun que sus gatos salgan solos a la calle.

Debemos entender que el gato doméstico no es un tigre, no es un jaguar ni es un león. Y si bien conservan muchas conductas de sus antepasados que convivieron con los egipcios hace 10 mil años, hoy su realidad es otra y los peligros son otros. Si hemos decidido tener un a un miembro más en la familia, debemos cuidarlo si es que realmente lo consideramos familia. Dejarlo salir solo a la calle es jugar con su vida cada día.

¿Si tuvieras un hijo de 5 años, lo dejarías salir solo a la calle?

Así como los niños no entienden de maldad, no entienden de bocinas de combis, no entienden de enfermedades de transmisión sexual, los gatos tampoco, sean cachorros o adultos. Simplemente no entienden el mundo de los humanos.

Sé parte de la solución. Evita comprar animales, adopta, esteriliza y denuncia el abandono.

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