La Defensoría del Pueblo en Arequipa
Por: Carlos Meneses
Los arequipeños en general hemos tenido fe en la Defensoría del Pueblo y en el comportamiento de quienes inicialmente la dirigieron a nivel nacional con el coterráneo Jorge Santistevan de Noriega y con quienes se encargaron de conducirla en Arequipa.
Debemos recordar que el primer Defensor del Pueblo a nivel nacional y de impecable actuación fue un arequipeño y por añadidura Jorge Santistevan de Noriega, fue un excelente ciudadano, de recordada labor en el encargo que le fue confiado en tiempos difíciles.
Así que correspondía designar como en efecto se hizo a Ángel María Manrique como responsable de la Oficina Defensorial de Arequipa, con reconocidos méritos y por fiel cumplimiento de las esperanzas que este organismo convocó durante sus gestiones en la Gerencia Regional de Educación, primero y luego en la Defensoría.
Él ha renunciado, negándose cortésmente a revelar las razones determinantes, pero que pueden presumirse por tratarse de quien está ejerciendo la condición de tal a nivel nacional y que resulta ser cuestionado personaje como es Josué Gutiérrez Cóndor; en condiciones que no fueron por cierto las más adecuadas, luego de un periodo de negociaciones que determinaron en la encargatura en dicho despacho.
Gutiérrez Cóndor ha escogido a una dama para que remplace a Ángel María Manrique, en puesto que es clave para garantizar y continuar la tarea que Manrique realizó con el éxito que merece la Oficina Defensorial de Arequipa.
Tenemos la esperanza que así sea para que se defiendan los derechos de las personas en una ciudad que se precia de respetarlos y de defenderlos.