Por Víctor D. Puente de la Vega Batallanos

Abancay la tierra de la eterna primavera, siempre ha sido y es un lugar paradisiaco. Rastreando su historia, fue fundada a mediados del siglo XVI por Fray Domingo Cabrera Lartaún.

Según el historiador e investigador Luis Valcárcel, el Inca Tupac Yupanqui pasaba sus días de descanso en Chontay, enamorado de su clima, de sus lindos huertos, delicias de frutales y bellos jardines”.

El cronista Cieza de León, señala que en este lugar se suscito la batalla de pizarristas y almagristas (1537) y complementa a este suceso el doctor Guillermo Viladeguth que 5 pizarristas dieron origen a nuestra raza (estirpe), prácticamente se dividieron las tierras de Abancay.

Valcárcel (Antología – Tomo II) dice de Abancay, abastecían de vino de misa a todas las congregaciones, por ser famoso por su calidad y pureza, por ser muy codiciado, algo sagrado.

En 1656, el Padre fray Domingo Cabrera Lartaún, visitador de su majestad en Curahuasi; ordena que los indios sean desagraviados y que los españoles en término de 6 días presenten sus títulos de tierras y que los hacendados declaren a todos los indios que tienen a su servicio por séptimas, es decir la séptima parte de los pueblos servían cada 4 meses a los españoles hacendados (mita).

Carlos Valcárcel, cita una de las cartas de Micaela Bastidas a Tupac Amaru, en plena lucha contra los realistas “Chepe mío, envía a Arequipa un propio, a otro a Pachachaca (Abancay) a cortar el puente, sino puedes yo lo hare”. Estrategia y carácter.

A la postre muchos inmigrantes, italianos, centroamericanos; asentados en el Valle se hicieron dueños de muchas haciendas cañaverales; en los obrajes de dichas haciendas no solo estaba la presencia del cañazo o pisco, también fabricaban pañetas, frazadas, jergas y cordelletas; se vendían en pesos reales y cuartillas.

Hoy 3 de noviembre, a los 149 años de vida Republicana necesitamos voces frescas y no trajinadas de parte de nuestras autoridades; e invocamos  hacer las cosas no por obligación sino por convicción. Los abanquinos no andamos con vacilaciones, “hoy que el mundo esta al revés, el zorro corriendo al galgo y el galgo corriendo al juez” saludamos y pedimos a nuestras autoridades, defiendan la tradición e historia de nuestra tierra.

Percibimos que hay una danza de encuentros y desencuentros, que juegan con la realidad; es el caso del tradicional “Balneario del Mariño”, donde hay presencia de traficantes de terrenos que vienen apoderándose de áreas libres que conforme a ley corresponde al Estado. ¿En qué lugar se ha visto dejar sin acceso al río?

En su defensa se ha creado el Colectivo Social “Por la Recuperación y Puesta en Valor de la Cuenca del Mariño y sus vertientes”, integrado como presidente por Oscar Loayza Azurín, vicepresidente Esperanza Tafur Tello, secretario de organización Jesús Camacho Choque, tesorero Raúl Sayritupac Valle, quienes, con el apoyo del pueblo y las autoridades, nuestras nostalgias, se convertirán en grandes decisiones.