El nuevo ministro
Por: Carlos Meneses
La elección del sucesor del único ministro censurado, por lo menos hasta ahora en el régimen de Boluarte, debe ser un hombre o una dama que devuelva tranquilidad a la ciudadanía, impulse una efectiva reforma en la Policía Nacional del Perú y posibilite que se supere una situación que no sólo es política, sino que alcanza a instituciones republicanas del primer nivel como es la PNP.
Dentro de la estructura del Estado peruano, el ministro del Interior resulta ser titular y responsable de la seguridad ciudadana y si esta entra en crisis es natural que penda como espada de Damocles sobre él la posibilidad de una censura como ha ocurrido con el encargado de la cartera, Vicente Romero.
En realidad, la censura va por igual al responsable de la Policía Nacional y consecuentemente lo que la presidenta Boluarte debe estar buscando, junto con el jefe del gabinete, es un varón o quizá una mujer que pueda devolver confianza a la ciudadanía respecto del correcto y adecuado manejo de quienes están conduciendo la emergencia derivada del incremento delincuencial en el Perú.
Se necesita un general en retiro sea este un oficial de elevado rango de la Fuerza Armada o de la Policía Nacional que devuelva a los peruanos la posibilidad de reordenar la República, devolver confianza a la institucionalidad quebrantada por desórdenes callejeros o por violencia en las calles.
Es un encargo difícil sin duda alguna sobre todo porque en la emergencia en la que estamos no se ha podido ni siquiera con el apoyo de la Fuerza Armada lograr los objetivos deseados.
La renuncia de quien ha sido ministro del Interior tiene características nunca antes confrontadas por el titular de la cartera y de seguro traerá como consecuencia reformas en el aparato institucional y la desaparición de personajes influyentes que han sido ahora denunciados por proteger a algunos prófugos de la justicia que no pueden ser ubicados para ponerlos a disposición de los jueces.
No es pues menudo el problema que se confronta para encontrar a quien, inevitablemente, antes de mañana tiene que ser revelado en remplazo de quien ya no es ministro.
A diferencia de lo que ocurrió con el expresidente Castillo a quien le censuraron varios ministros, este es el primer titular de una cartera en la gestión de la señora Boluarte y debe ser mejor quien resulte escogido, pues las circunstancias así lo exigen.