HOY CONOCÍ EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA

Por Juan Manuel Zevallos Rodríguez – Psiquiatra y Magister en Salud Mental del Niño Adolescente y Familia.

 Tienes muchas personas en tu entorno que darían minutos y años de sus vidas por hacerte sentir mejor. Tienes conocimiento de ciencia y tecnología para poder trabajar e inventar. Tienes una infinidad de capacidades y virtudes que están a la espera que las tomes en cuenta para construir con pétalos de rosas tu proyecto de vida. Tienes todo lo necesario para crear un oasis en el desierto en el cual crees vivir pero aún así te niegas, luchas con tu humanidad y te minimizas, dices ¡no puedo, nunca podré! Y yo te digo que despiertes, que abras tus ojos y que contemples el mundo; el mundo no es aquella oscuridad o aquel páramo en el cual durante tanto tiempo has creído que estabas viviendo, ¡no!, el mundo es este espectáculo maravilloso lleno de oportunidades, lleno de materias primas que esperan ansiosas tus manos y pensamientos para volverse en constructos de tu vida y en razones valederas para que creas cada día más en ti.

No hemos venido a sobrevivir, hemos venido a disfrutar la existencia, a respirar y percibir el aroma de las flores; hemos venido a sentir el latido del corazón y a sentir cariño por aquellos que nos rodean; estamos aquí para extender las manos y ayudar a nuestro vecino a levantarse; en fin, hemos venido a proclamar amor con palabras y a ofrecer diálogos de aliento sin esperar nada.

Estamos en esta existencia para decir “somos seres maravillosos que hemos aprendido a ver la vida con optimismo y a disfrutar cada momento con la conciencia de aquel que ha entendido que la vida y que cada minuto que la forma tiene un valor invalorable”.

Tenemos todas las oportunidades para triunfar y elegimos negligentemente sufrir.

Si piensas que la vida según tus conceptos te ha tratado mal todo este tiempo, probablemente estés equivocado. Recuerdo al respecto una frase popular: “Si creo que puedo cruzar un río probablemente mi pensamiento sea cierto, si pienso que no podré cruzarlo lo más probable es que mi pensamiento sea necio”.

El mundo te ofrece a diario una infinidad de oportunidades para que dejes de sufrir y tú te niegas a tomarlas, ya sea por miedo o desconfianza pero yo vengo y te digo, ¿por qué condenarte a una existencia de miseria si tienes la oportunidad de vivir a plenitud?, ¿por qué ahogarte en la mediocridad de un pantano de recuerdos infaustos si tienes a tu lado una fuente de nuevos sueños?

Es cierto, nunca vamos a tener todo aquello que quisiéramos pero eso es parte de ésta vida. Imagínate por un momento como podría ser la existencia humana si todo lo que quisiéramos se haría realidad, ¿tú crees realmente que podríamos vivir así? Imagínate, todos tus deseos y los deseos de toda la gente del mundo haciéndose realidad, ¿podrías darle su real valor a todo aquello que obtuvieras?

De seguro que no y quizá te comportarías como aquel niño que todo lo que pide se lo dan. ¿Cómo será ese niño en su vida?, ¿un ser insatisfecho?, ¿un manipulador?, ¿un ser vacío?

Y ¿tú quieres ser todo ello?

Es bueno alcanzar muchos de nuestros sueños y también es bueno no alcanzar otros. Es bueno dialogar con uno y felicitarse por lo logrado, alegrarte por tus triunfos y por el fruto de tu esfuerzo; ¡sí!, todo eso es bueno y también debería de ser satisfactorio el acto de analizar en qué fallaste, en que debes mejorar y, por consiguiente, también es bueno llorar y lamentar los errores cometidos.

Nuevamente te invito a imaginar, ¿cómo sería tu vida si cada día no pudieras ser mejor que el día de ayer?, ¿qué vida de miseria sería aquella en la cual no habría nada más por qué soñar?

El poder hacer algo distinto a lo que haces por costumbre ya es un milagro a valorar.

Recuerda, nunca has estado atado ni limitado para construir algo nuevo en tu existencia. Si es tu propósito hoy puedes cambiar la dirección trazada en tu plan de vivir y construir algo distinto a lo que construiste el día que pasó.

Cada día que pasa vuelves a nacer con muchas de las capacidades que tenías ayer y con una remozada voluntad por hacer del hoy el mejor de los días. Cada mañana que despiertas a la vida descubres algo nuevo en tu interior y dejas de lado otro tanto. Cada día eres un ser distinto y, por consiguiente, debieras sentirte feliz por ello.

Pero mucha gente en el mundo se priva del milagro, del espectáculo del renacer. Viven en automático, haciendo una y otra vez del mundo una espiral de desgracia y lo peor de todo es que ni se dan cuenta de esto, piensan que no se puede vivir una realidad distinta y sufren.

Solamente si sientes frustración podrás sentir todo lo bueno que te depara el mundo. Recuerda, el sufrimiento es la sombra de felicidad, si has llorado de seguro reirás a plenitud.

Solo aquel que un día desarrollo la noción de que algo le ha faltado podrá valorar aquello que ha encontrado. Todos los días perdemos algo de nosotros, cada nuevo día lo volvemos a recobrar. La vida es como un camino en la montaña, tiene subidas y bajadas, en donde cada caída debe de servir para reposar y ganar fuerzas para volver a escalar con el fin supremo de llegar a la cima y a la realización personal.