Ver para creer
Por: Carlos Meneses
Mientras la presidenta ha estado de viaje en los Estados Unidos se ha producido un CADE en el que los empresarios han hablado un lenguaje diferente y entendemos que ahora sí están dadas las condiciones para que se produzca un diálogo que tenga resultados adecuados a la necesidad de entendernos y de creer que lo que se anuncia podría ser el inicio de una recomposición política con miras a la renovación del gobierno en las mejores condiciones posibles para el 2026.
Es verdad como ha sostenido la ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuellar, que en el país existe suspicacia suficiente y quizá necesaria para no creer que son verdaderos los propósitos del gobierno de mostrar todas sus cartas en el diálogo con la comunidad empresarial para atender la solución de los problemas económicos que confronta el Perú y también los reales propósitos que en el tema político tiene el régimen de la presidenta Boluarte.
Así parece que sólo uno de los dos lados en conflicto está diciendo la verdad, mientras que el otro está ocultando parte de su obligación de hacer lo mismo y la oportunidad es ahora en que vuelve de los Estados Unidos la presidenta Boluarte para recomponer su gabinete tras la censura del ministro del Interior.
Las cartas claras son la mejor manera de alentar a creer en los buenos propósitos de cambio y de acercamiento del gobierno con el sector empresarial. Es fácil de comprobarlo con la elección del nuevo ministro del Interior y el repotenciamiento de una Policía Nacional por largo tiempo abandonada a la condición que le permita afrontar la ola delincuencial que azota al país.
El nombre de la persona escogida para remplazar al ahora exministro Romero, es clave y sobre todo una renovación en el comando institucional que permita suponer que son verdades las que se anuncian, para que estemos en condiciones adecuadas de responder al reto de la realidad.
Suponemos que hay avances en la propuesta que el cogobernante y presidente del Consejo de Ministros hará sobre la fórmula del varón o la dama que se encargará de la misión de devolver confianza al gabinete, complacer a la exigencia planteada por el Congreso y dar oportunidad a que nos unamos lo suficiente como para responder al reto histórico que se plantea.